CELESTE, TODO CELESTE
(Reflexiones sobre el Mundial, Sudáfrica 2010)
Olvídense de todo lo que dije hasta el momento. “Volver a empezar”, dice la cancioncilla de Alejandro Lerner. Y sí…nobleza obliga: cuando hay que bajarse, se baja una, con dignidad, eso sí… y brinda sinceras explicaciones para la barra. Así es la vida. “Yo soy yo y mis circunstancias”, (sabio Sr. Ortega y Gasset…). Quiere decir que por más que yo sea “yo” y tenga mis certezas bien definidas, “mis circunstancias” me pueden hacer cambiar algunas certezas, y este es el caso. O dicho de otro modo: “no escupas para arriba que…”
Si recuerdan las notas “Cuentas regresivas” que versaban sobre el Mundial con posturas de género inc… bueno…me retracto de todo lo dicho.
Habemus fútbol y yo estoy más enganchada al Mundial que Kesman, con la única diferencia que no estoy “in situ”, como él. Tiene de bueno que a mí no me enloquecen las “vuvuzelas” y tranquila desde acá, puedo pensar sin contaminación sonora.
Así es…estoy colgada “mal” (en una buena, eh?) al Mundial. ¡Quién iba a decir!, Por la radio, por la tele, por Internet. Tanto que mi marido llega de laburar y me pregunta: “che, botinera…vos que sabés todo del Mundial, cómo salió Chile hoy?” Y yo contestó, segura de mí misma: “ganó Chile 1 a 0, che”…
Acá empieza el análisis, porque yo creo entender qué es lo que me está sucediendo, pero si lo escribo, es más fácil…ustedes se la bancan leyéndome; yo voy entendiendo en la medida que escribo, porque pienso con los dedos…
Había asumido que con esto del Mundial me iba a aburrir, y por transitiva, que todas nosotras nos íbamos a aburrir, porque un mes entero de fútbol, era un exceso. Claro, ya nos habíamos olvidado de vivir el fútbol “de nivel Mundial”…mirá…le pregunté al amigo Google y me aclaró bien el punto, es así:
- Desde 1962 (elegí el 62, porque yo nací en el 61) hasta ahora hubo 13 mundiales, contando este.
- En 5 de ellos, Uruguay no participó (te queda claro???), quedan 8…
- De esos 8, en 3 de ellos, Uruguay quedó afuera en la primera ronda (olvidáte!)
- De esos 5 que quedan, en 2 de ellos llegó a Octavos de Final (peor es nada pero buéh…)
- De los 3 que quedan, llegó a Cuartos de Final una vez (1966, muy chiquita yo…) , a Semifinales en el de 1970 (de ese me acuerdo bastante bien!) y el último, es este que estamos viviendo.
Así que a mi edad - que es más bien abundante- como que para recordar…no hay mucho. Es decir, de grande (ya sea adolescente, adulta y adulta crecida en demasía, que soy hoy), Uruguay ha sido menos que un poquito…sin olvidarnos que pasaron 20 años desde que no se ganaba un partido en un Mundial. Con esa performance…aquello de “tirá para arriba, tirá”…estaba salado de encarar…
Pero algunas cosas han cambiado, y aquí van:
- Ardua y penosa fue la etapa clasificatoria, pero lograda al fin.
- A partir de esa conquista, todo el mundo empezó a agitar con la participación de la gloriosa Celeste y Sergio Gorzy atomizó con que estábamos a 7 partidos de ser campeones del mundo (una locura, pero numéricamente “posible”). Psicológicamente,empezamos a tener chance.
- Los medios, todos, nos envolvieron con una manija sólida y sustentable, y como yo escucho mucha radio y leo muchos portales en la red, se ve que me influyeron…
- Todos los países del MERCOSUR están participando, hace 40 años que esto no pasaba, y a una le empieza a gustar saber de los vecinos...
- Facebook ha tenido que ver también. Van y vienen las pelotas, camisetas, corazones con forma de Uruguay, fotos de todos nosotros pintaditos de celeste, etc. (Facebook sirve para eso: para los reencuentros, para compartir sentimientos que a todos nos mueven o conmueven y para divertirse).
Entonces, como dije antes, que “yo soy yo y mis circunstancias”, y “la vida no es un block cuadriculado” (dijo Sabina), las circunstancias me hicieron cambiar: lejos de aburrirme con el Mundial, lo estoy disfrutando.
Llegó el primer partido, Uruguay-Francia. Lo viví con toda pasión y mantuve firme durante los 90 minutos la esperanza del triunfo celeste (además del “plus” que significó haberlo visto con mi hijo Camilo). Empate, fah, que bajón… sentido como fracaso. Me desalenté…pero no mucho… porque el ambiente en general, no permitía bajar los brazos tan pronto…como muestra de resistencia a la frustración, cuando terminó el partido fuimos con Camilo (26 añitos tiene, eh?) al quiosco y le regalé 5 sobres de figuritas!
A partir de ese momento me di cuenta que me estaba enganchando con el Mundial… Pero, ¿por qué?, ¡Eureka! ¡Porque había una pasión compartida! !A mí “me pueden” las actividades que nos juntan, nos ponen a tod@s del mismo lado, lo que pasa por el sentimiento de todas y todos l@s uruguay@s, por el corazón más que por las cabecitas. Cosas que unen, juntan, aglutinan; siempre son reconfortantes.
Me gusta andar adivinando “sentires”, como cuando voy en el ómnibus y me parece que el que va sentado al lado, está pensado igual que yo: “mirá que lindo sería si hoy de tarde Uruguay ganara!”…
Así llegamos a la tarde de hoy, cuando la Celeste, con su blanca y radiante camiseta alternativa, le gana por 3 goles al dueño de casa! Al anfitrión! “Bafana, bafana” por el suelo (me da un poquito de pena, la verdá). “Mute”, vuvuzelas!.
!Alegrón cruzado con sorpresa y esperanza nos dieron los muchachos! No sé cómo sigue esto y hasta dónde llegaremos…pero rescato el momento, que es lo que único que cuenta.
Lo vimos, de nuevo juntos con Camilo, agitando emoción, gritando los goles como desquiciados, entre mates y budín de chocolate! Yo, con la bandera atada al cuello como cábala y Camilo relatando el partido y ganándole al Toto Da Silveira en los comentarios. Redondita, como la “jabulani”, fue la tarde.
L@s uruguay@s seguimos alentando con toda la fuerza, como dice el lesothense del comercial de Coca Cola: “Vaaamos la Celesteeeeeee!”, con los pies en la tierra, pero permitiéndonos el festejo y el derecho a la ilusión. Los muchachos de Tabárez están dejando todo en la cancha y son promesa de emociones!
Y yo, acá estoy…a todo Mundial y como dijo Lugano, “hasta que no me tiren para afuera del sueño, voy a seguir soñando”.
(Reflexiones sobre el Mundial, Sudáfrica 2010)
Olvídense de todo lo que dije hasta el momento. “Volver a empezar”, dice la cancioncilla de Alejandro Lerner. Y sí…nobleza obliga: cuando hay que bajarse, se baja una, con dignidad, eso sí… y brinda sinceras explicaciones para la barra. Así es la vida. “Yo soy yo y mis circunstancias”, (sabio Sr. Ortega y Gasset…). Quiere decir que por más que yo sea “yo” y tenga mis certezas bien definidas, “mis circunstancias” me pueden hacer cambiar algunas certezas, y este es el caso. O dicho de otro modo: “no escupas para arriba que…”
Si recuerdan las notas “Cuentas regresivas” que versaban sobre el Mundial con posturas de género inc… bueno…me retracto de todo lo dicho.
Habemus fútbol y yo estoy más enganchada al Mundial que Kesman, con la única diferencia que no estoy “in situ”, como él. Tiene de bueno que a mí no me enloquecen las “vuvuzelas” y tranquila desde acá, puedo pensar sin contaminación sonora.
Así es…estoy colgada “mal” (en una buena, eh?) al Mundial. ¡Quién iba a decir!, Por la radio, por la tele, por Internet. Tanto que mi marido llega de laburar y me pregunta: “che, botinera…vos que sabés todo del Mundial, cómo salió Chile hoy?” Y yo contestó, segura de mí misma: “ganó Chile 1 a 0, che”…
Acá empieza el análisis, porque yo creo entender qué es lo que me está sucediendo, pero si lo escribo, es más fácil…ustedes se la bancan leyéndome; yo voy entendiendo en la medida que escribo, porque pienso con los dedos…
Había asumido que con esto del Mundial me iba a aburrir, y por transitiva, que todas nosotras nos íbamos a aburrir, porque un mes entero de fútbol, era un exceso. Claro, ya nos habíamos olvidado de vivir el fútbol “de nivel Mundial”…mirá…le pregunté al amigo Google y me aclaró bien el punto, es así:
- Desde 1962 (elegí el 62, porque yo nací en el 61) hasta ahora hubo 13 mundiales, contando este.
- En 5 de ellos, Uruguay no participó (te queda claro???), quedan 8…
- De esos 8, en 3 de ellos, Uruguay quedó afuera en la primera ronda (olvidáte!)
- De esos 5 que quedan, en 2 de ellos llegó a Octavos de Final (peor es nada pero buéh…)
- De los 3 que quedan, llegó a Cuartos de Final una vez (1966, muy chiquita yo…) , a Semifinales en el de 1970 (de ese me acuerdo bastante bien!) y el último, es este que estamos viviendo.
Así que a mi edad - que es más bien abundante- como que para recordar…no hay mucho. Es decir, de grande (ya sea adolescente, adulta y adulta crecida en demasía, que soy hoy), Uruguay ha sido menos que un poquito…sin olvidarnos que pasaron 20 años desde que no se ganaba un partido en un Mundial. Con esa performance…aquello de “tirá para arriba, tirá”…estaba salado de encarar…
Pero algunas cosas han cambiado, y aquí van:
- Ardua y penosa fue la etapa clasificatoria, pero lograda al fin.
- A partir de esa conquista, todo el mundo empezó a agitar con la participación de la gloriosa Celeste y Sergio Gorzy atomizó con que estábamos a 7 partidos de ser campeones del mundo (una locura, pero numéricamente “posible”). Psicológicamente,empezamos a tener chance.
- Los medios, todos, nos envolvieron con una manija sólida y sustentable, y como yo escucho mucha radio y leo muchos portales en la red, se ve que me influyeron…
- Todos los países del MERCOSUR están participando, hace 40 años que esto no pasaba, y a una le empieza a gustar saber de los vecinos...
- Facebook ha tenido que ver también. Van y vienen las pelotas, camisetas, corazones con forma de Uruguay, fotos de todos nosotros pintaditos de celeste, etc. (Facebook sirve para eso: para los reencuentros, para compartir sentimientos que a todos nos mueven o conmueven y para divertirse).
Entonces, como dije antes, que “yo soy yo y mis circunstancias”, y “la vida no es un block cuadriculado” (dijo Sabina), las circunstancias me hicieron cambiar: lejos de aburrirme con el Mundial, lo estoy disfrutando.
Llegó el primer partido, Uruguay-Francia. Lo viví con toda pasión y mantuve firme durante los 90 minutos la esperanza del triunfo celeste (además del “plus” que significó haberlo visto con mi hijo Camilo). Empate, fah, que bajón… sentido como fracaso. Me desalenté…pero no mucho… porque el ambiente en general, no permitía bajar los brazos tan pronto…como muestra de resistencia a la frustración, cuando terminó el partido fuimos con Camilo (26 añitos tiene, eh?) al quiosco y le regalé 5 sobres de figuritas!
A partir de ese momento me di cuenta que me estaba enganchando con el Mundial… Pero, ¿por qué?, ¡Eureka! ¡Porque había una pasión compartida! !A mí “me pueden” las actividades que nos juntan, nos ponen a tod@s del mismo lado, lo que pasa por el sentimiento de todas y todos l@s uruguay@s, por el corazón más que por las cabecitas. Cosas que unen, juntan, aglutinan; siempre son reconfortantes.
Me gusta andar adivinando “sentires”, como cuando voy en el ómnibus y me parece que el que va sentado al lado, está pensado igual que yo: “mirá que lindo sería si hoy de tarde Uruguay ganara!”…
Así llegamos a la tarde de hoy, cuando la Celeste, con su blanca y radiante camiseta alternativa, le gana por 3 goles al dueño de casa! Al anfitrión! “Bafana, bafana” por el suelo (me da un poquito de pena, la verdá). “Mute”, vuvuzelas!.
!Alegrón cruzado con sorpresa y esperanza nos dieron los muchachos! No sé cómo sigue esto y hasta dónde llegaremos…pero rescato el momento, que es lo que único que cuenta.
Lo vimos, de nuevo juntos con Camilo, agitando emoción, gritando los goles como desquiciados, entre mates y budín de chocolate! Yo, con la bandera atada al cuello como cábala y Camilo relatando el partido y ganándole al Toto Da Silveira en los comentarios. Redondita, como la “jabulani”, fue la tarde.
L@s uruguay@s seguimos alentando con toda la fuerza, como dice el lesothense del comercial de Coca Cola: “Vaaamos la Celesteeeeeee!”, con los pies en la tierra, pero permitiéndonos el festejo y el derecho a la ilusión. Los muchachos de Tabárez están dejando todo en la cancha y son promesa de emociones!
Y yo, acá estoy…a todo Mundial y como dijo Lugano, “hasta que no me tiren para afuera del sueño, voy a seguir soñando”.
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