Receta para una tarde de invierno
Coloque usted en un bol de cualquier tamaño pero más bien amplio, el calor de su casa. Si cuenta con estufa a leña, se recomienda por ímplicitamente romántica, pero no se desvele si no tiene, sirve la estufa a gas si a usted y familia lo conforta. Agreguéle musiquita de su preferencia y no olvide dejar a mano algún libro o revista pendiente de lectura. Tenga cerca una película, en el medio que usted prefiera. Hoy todo está al alcance. No se preocupe por conocer crítica previa. No es necesario que sea excelente, trabaja de recurso, nomás. Incorpore conversación y si tiene a mano, regocijo. Aplicará grandemente a esta receta. Mientras bate, sin marear, o sea con delicadeza y siempre con movimientos envolventes, puede distraerse un poco y mirar por el vidrio empañado, deleitándose con el brillo que dejan las gotitas de agua adheridas. Sienta el calor de sus pantuflas y ríase de las inclemencias climáticas si son calentitas y además le gustan en su estética....