BARBARIDADES, A DIARIO...

Es así: para mi gusto y en mi mínima opinión, es mucho mejor “meter” en el discurso alguna mala palabra (o “mala palabrota” como decía para exagerar la picardía, mi hija Valentina), que hasta puede quedar simpática, que hablar mal, o sea, decir cosas que no son o decirlas mal.
Observo, luego me quejo.
Observo en la vida y en la tele, que no es lo mismo pero es igual…


“Besitos enormes”: te entiendo el sentir, sé que querés ser más tierno/a que un peluche pero los peluches suelen dar alergias y vos me provocás prurito generalizado! Tengo a bien comunicarte que si son “besitos”, son besos chicos y para ello se inventó la terminación ITO/A (que se dice en llamar diminutivo), porque si son enormes, no son chicos. ¿Sacás la incongruencia, botija?


“Mmm…nada”: utilizar “nada” para decir nada, más que una redundancia es como una locura. Ejemplo: “y entonces seguimos conversando y nada…”. O sea, terminó la conversación, luego no dijeron “nada”. Nada + nada, no es “dos nada”, es la misma “nada” del principio. Te aclaro que con los puntos suspensivos (escritos o en pausa dialéctica) es más que suficiente.


“Uno” (esta es muy del mundillo futbolero, eh?). Va ejemplo: “uno sabe lo que tiene que hacer…uno trabaja para eso”. ¡¿Y por qué no metés un pronombre personal dado que ya los inventaron!? ¿Tenés complejo de “cosa” o te da miedito ser quién sos y no te hacés cargo?


“A ver”: ¡esta me tiene sacada totalmente! Porque a continuación del famoso “a ver” parece que viene una clase teórica de algo…o peor ¡un rezongo! Es como poner un punto final a lo que el otro cristiano está tratando de explicar o aclarar: “dejá de decir pavadas y oíme que esta es la justa, che”. ¡Pero andáaaa, achicá la soberbia y bajáte del púlpito si querés hablar conmigo!


Parecido al famoso “a ver”, y bastante usado también, el “convengamos”, que se usa con cara de “yo sé lo que estoy diciendo, así que más te vale convenir o te aplasto con mi retórica”. A mí me predispone, escucho el “convengamos” y ya me dan ganas de disentir.


“Tipo”…resuelta que ahora nada es definitivo, todo es “tipo (algo)” que viene a ser un “como si”. Mando ejemplo: “tipo que le dije”, ¿? vendría a ser “como si le hubiera dicho” pero claro, esto último es un derroche de palabras y entonces inventaron este engendro del “tipo” y ahora todo es “tipo algo” ¡insufrible!. Por sobre todos los “tipos”, me desquicia el “tipo tá”…what the hell?! Grrrr…


“Como”. Este se me pegó y no sé cómo hacer para sacármelo de encima. Ejemplito: “estaba como saliendo para ahí”. O sea, estaba con la intención de salir pero algo pasó que malogró el intento. Traten (y yo trataré también) de hacerse cargo de sus actos, salen, se quedan o se atrasan ¡fácil y de ingenio!


Y ésta última es de los informativistas, y de uno en especial que no voy a nombrar porque buchona no soy (pero es de Canal 12, ssshhhh), es el uso descolocado del “lo que”, o aún peor, “en lo que”, va ejemplo: “estamos transmitiendo en esta mañana calurosa en lo que es la zona del Palacio Legislativo”. Todos los días la mete, todos los días me broto, todas las putas mañanas de mi vida…¡y la Piracalamina se me terminó hace un mes y yo me olvido de reponer! Porque seré “leida” y correcta con el idioma, pero me olvido


de todooooo, serádeDio… ¿farmacia de turno en la vuelta, habrá?

Entradas populares de este blog

"Allá en la fuente, había un chorrito"...

Mal día pal gaucho...

En la escala de los números reales