El invierno con amigas
Empiezo de nuevo.
Cada vez que pienso en mis amigas y en lo que las quiero y en lo que me importan, se me vine con cada imagen, que son ellas y sus caras, otra imagen más por añadidura. Mi cabeza, suma
contexto.
Está mejor, pero todavía no se entiende.
Majo, un auto, mate, varias frenadas. Nora, una ventana. Rossana, una playa. Laura, una canción. Stella, pan casero y mermelada. Nancy y Rosa, un boliche rioplatense. María Elisa, un acolchado muy adorable. Martha, un teatro o una marcha. Ángeles, muchos teatros y más risas. Silvana, rulos. María Teresa, un par de lentes de sol. Anahí, una oficina con café y un bizcochuelo. Brenda, una tarta de manzanas y muchos libros. Myriam, una minifalda. Elena, una manualidad. Gissel, una compu. Graciela, la Rambla y el Parque Rodó. Ana R., una foto y un whatsapp. Anna, un gato. Clau, el Café Central y una valija. Silvana T., un libro de historia. Rosina…no sé, todo, pero podría ser un escurridor de lechuga. Paulina, la nieve. Bárbara, las Llamadas. Sandra, un sacón largo y negro pero también una moto. Leonor, la sede del FA. Alejandra, Ángeles Mastretta. Stefany, una camiseta de Aguada y una voz cariñosa siempre. Jimena, dos peluches dos, en mi sillón. Alicia R., té y scones. Alicia G., un cumpleaños. Inés, una taza de chocolate. Martha, un telar. Any, un mensaje a tiempo. Silvia, una carpa.
Aquí no están todas, pero en las nombradas, las cuento a todas.
Sus imágenes reales y sus representaciones en mi loca cabeza que no para nunca, me abrigan, me acompañan y me miman, aunque afuera el viento de julio silbe amenazante y la temperatura siga bajando.
El frío es bien real en este julio, pero es sólo el de afuera, que es el que menos importa.
¡Feliz "previa" del día de la amiga, mujeres un poco mías!
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