Ana Clara
Cuando a una nena de 4 años le hacen algo tan horroroso y ese horror termina con su vida, no nos sacamos de la cabeza ese tema. Sea que seamos madres o abuelas de nenas que tienen o ya no tienen 4 años o que no lo seamos. Tanto da. Nos pasa a todos y de alguna manera, nos duele. No nos duele que nos parte el corazón, mentira. Nos horrorizamos y seguimos con nuestra vida adelante, con nuestras hijas y nietas, hijos y nietos, viviendo y riéndonos; es así y no es egoísmo, es la vida misma. Pero si es cierto que estos casos nos ponen a pensar en esa situación, en esa familia, en esa nena que ya no es y que pasó por el mayor dolor que pueda existir. Si así no fuera, no seríamos personas. Por lo general nos pone en el lugar de la emisión de infinitos juicios de valor, opiniones personales, juzgamientos e interpretaciones. Que no nos llevan a ningún buen lugar y es más, siguen enturbiando –si es que es posible más- una situación tan desgraciada. Todos queremos que esto no pas...