"No hay nada más revolucionario que pese a todo ser feliz" (Tute)

Era la campaña preelectoral 2014 y mi celular se estaba muriendo. Yo lo precisaba como el agua, porque estaba todo el día compartiendo movidas y agites. En chiquicientas cuotas, me compré un nuevo celular. Grande, cómodo, para estar siempre en las redes posteando cosas. Caro, muy caro me salió. Estábamos en una actividad de las mujeres del Frente Amplio en la Rambla de la playa Ramírez y una compañera que no sé si había visto alguna vez, no tenía saldo en su celular y precisaba hablar o mensajear a alguien. Le di mi celular y le dije “usalo, tiene crédito, usalo tranquila” y me fui a hacer otra cosa, ya no me acuerdo qué. Me distraje como era de esperar, yo siempre me distraigo…y al rato me fui con otra compañera (Yany querida) en su auto, para otro acto que había en la Plaza 1ro. de mayo y previamente, pasamos por su casa que era cerca a armar un mate. Cuando llegué le dije que le iba a avisar a no sé quién que en 15 estábamos en la plaza. Ups!… y el celular???!!! Lo perdí??!!! Me temblaban las piernas, no había pagado ni media cuota de 18, ni me acordaba de habérselo dado a alguien…se acordó mi amiga, coherente ella, “se lo prestaste a una muchacha amiga tuya, yo te vi”. Ay, qué alivio. Ups!…quién era? Cómo se llama? Adónde la llamo? No sé el nombre, no sé su número! Ah, obvio, la llamo a mi número, qué boluda! Y la llamé, y ella estaba todavía en la Rambla, desesperada, buscándome para darme mi celular “tecnología de punta” y con su brillo de recién estrenado. Nos quedamos de encontrar, en la puerta del Liceo Miranda, me acuerdo, para que me devolviera el aparatejo. Así me hice amiga de Patricia Totorica. Ya ni me acordaba…hoy es aniversario de “amistad FB” y ella me lo recordó. Luego…más militancia, Frente Amplio, feminismo, luego asuntos personales que nos acontecieron y nos unieron, luego Las Puñadito, luego el coro de Las Puñadito. Qué decir que ya no esté dicho en la canción “gracias a la vida, que me ha dado tanto”.
Dios nos cría y el viento nos amontona. El viento lo traduzco acá: un pensar, un sentir, un querer (para una y para todas), un luchar cada día. Un levantarse y caerse y volverse a levantar, un inventar cosas para que nos unan, un cantar, un abrazo, una sonrisa, un diálogo en las redes, un “me gusta eso de la foto”, un “te lo compro y te lo llevo”, un feliz cumpleaños, un mate, un sol que quema, un frío que nos embufanda y nos abraza calentito.
Salud, por Patricia, con quien hoy tengo el gusto y el amor de compartir aniversario de amistad. Por todas ustedes, las Patricias de mi vida, que no son Patricia porque son únicas, porque tenemos anécdotas como esta que nos son propias, pero también son Patricia.
Ser mujer y vivir como mujer, sabiendo que la amistad y la unión de la que somos capaces, nos pertenece como género y no hay vuelta que darle. Y que todo ello, queremos replicarlo, multiplicarlo, amplificarlo, divulgarlo para todo el mundo, porque si nos copian las actitudes, si son capaces de dar y de esos sentires compinches… una comunidad más unida es posible, desde el amor.

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