21 de octubre
Pasan los días todos igualitos, tediosos y conspirando casi, como si hicieran fuerza para que no pase nada. Como mucho, lo distinto suele ser que un día hace calor y explota la primavera y al otro tenés que buscar buzo y campera para no sucumbir…hasta que un día como el de hoy…te levantás y te quedás pensando si no te habrán teletransportado…o pensando en cómo puede pasar tanto en tan poco…
Se incendió el Cilindro y es irrecuperable. No me une ningún sentimiento especial a ese lugar, pero era parte del elenco estable de Montevideo. Además de lo deportivo, fui a ver algunos recitales, me acuerdo sobre todo que fui a ver a Eric Clapton y me acuerdo que fue cárcel y que ahí estuvo preso Onetti y tantos otros queridos…será por eso que no le tenía especial aprecio. Igual es raro que no vaya a estar, es una lástima...
Una buena (más que buena) es que hoy está caducando la ley de caducidad y que ¡valga esta redundancia que me encanta!…parece que al fin…solo falta el tratamiento por parte del Senado y seremos todos “iguales y punto”, solo veo esta noticia por la positiva, ni pienso en considerar las fundamentaciones de los que votan “solo por disciplina partidaria”, que más da…la cuestión es que paso a paso se va terminando con esta injusticia.
Doy tres vueltas más por mi casa, radio prendida en Océano como todos los santos días hábiles, cuando anuncian que tienen una muy mala noticia para dar a l@s uruguay@s, zas…¿pero qué le pasa hoy a este país?... paro la oreja…se murió el Sabalero. ¡¿Qué?! ¡Si hace 10 minutos pasé por delante de la tele sintonizada en Canal 10 y anunciaban su presencia para el programa de este sábado de Ma. Inés Obaldía! ¡Si estaba haciendo unos recitales intimistas que anuncian por todos lados! ¡Si el sábado pasado de mañana, lo escuché en una entrevista que le hizo Jaime Clara en Sarandí! Bueno…a qué seguir sumando banalidades…carecen de toda trascendencia…ya está, se fue.
Yo no tengo especial devoción por su obra, pero me caía bien y claro, me sé sus canciones, como todo el mundo. Porque el Sabalero es como un pedazo de “uruguayez” o “uruguayosidad”, el Sabalero nos ocurre a tod@s. La noticia es dolorosa, tristísima. Parece mentira que la tristeza venga desde la imagen de ese tipo tan simpático, buen conversador, abierto, sencillo…no son pocas cualidades en estos tiempos. Tenía 66 años, así que tampoco era tan viejo. Mi viejo se murió a esa edad y a mí me pareció una injusticia…bien que podría andar por acá acompañándome.
Se murió solo y lo encontró un vecino…entre tantos amigos y tantos escenarios recorridos, más tristeza y soledad no se puede conseguir.
No tengo más que agregar en un día como el de hoy. Si se me permite, lo voy a parafrasear al Sabalero, diciendo que aunque se haya ido nos “dejó en versos lo mejor de sí y nos deja su calor” más una “bolsita de recuerdos” que seguirá por acá en la vuelta y en todos los yoruguas corazones.
Hay días que son pura rutina… y hay días abusivos…
Pasan los días todos igualitos, tediosos y conspirando casi, como si hicieran fuerza para que no pase nada. Como mucho, lo distinto suele ser que un día hace calor y explota la primavera y al otro tenés que buscar buzo y campera para no sucumbir…hasta que un día como el de hoy…te levantás y te quedás pensando si no te habrán teletransportado…o pensando en cómo puede pasar tanto en tan poco…
Se incendió el Cilindro y es irrecuperable. No me une ningún sentimiento especial a ese lugar, pero era parte del elenco estable de Montevideo. Además de lo deportivo, fui a ver algunos recitales, me acuerdo sobre todo que fui a ver a Eric Clapton y me acuerdo que fue cárcel y que ahí estuvo preso Onetti y tantos otros queridos…será por eso que no le tenía especial aprecio. Igual es raro que no vaya a estar, es una lástima...
Una buena (más que buena) es que hoy está caducando la ley de caducidad y que ¡valga esta redundancia que me encanta!…parece que al fin…solo falta el tratamiento por parte del Senado y seremos todos “iguales y punto”, solo veo esta noticia por la positiva, ni pienso en considerar las fundamentaciones de los que votan “solo por disciplina partidaria”, que más da…la cuestión es que paso a paso se va terminando con esta injusticia.
Doy tres vueltas más por mi casa, radio prendida en Océano como todos los santos días hábiles, cuando anuncian que tienen una muy mala noticia para dar a l@s uruguay@s, zas…¿pero qué le pasa hoy a este país?... paro la oreja…se murió el Sabalero. ¡¿Qué?! ¡Si hace 10 minutos pasé por delante de la tele sintonizada en Canal 10 y anunciaban su presencia para el programa de este sábado de Ma. Inés Obaldía! ¡Si estaba haciendo unos recitales intimistas que anuncian por todos lados! ¡Si el sábado pasado de mañana, lo escuché en una entrevista que le hizo Jaime Clara en Sarandí! Bueno…a qué seguir sumando banalidades…carecen de toda trascendencia…ya está, se fue.
Yo no tengo especial devoción por su obra, pero me caía bien y claro, me sé sus canciones, como todo el mundo. Porque el Sabalero es como un pedazo de “uruguayez” o “uruguayosidad”, el Sabalero nos ocurre a tod@s. La noticia es dolorosa, tristísima. Parece mentira que la tristeza venga desde la imagen de ese tipo tan simpático, buen conversador, abierto, sencillo…no son pocas cualidades en estos tiempos. Tenía 66 años, así que tampoco era tan viejo. Mi viejo se murió a esa edad y a mí me pareció una injusticia…bien que podría andar por acá acompañándome.
Se murió solo y lo encontró un vecino…entre tantos amigos y tantos escenarios recorridos, más tristeza y soledad no se puede conseguir.
No tengo más que agregar en un día como el de hoy. Si se me permite, lo voy a parafrasear al Sabalero, diciendo que aunque se haya ido nos “dejó en versos lo mejor de sí y nos deja su calor” más una “bolsita de recuerdos” que seguirá por acá en la vuelta y en todos los yoruguas corazones.
Hay días que son pura rutina… y hay días abusivos…
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