"Allá en la fuente, había un chorrito"...

 

Por lo menos...especial

Diciembre es un mes especial, aunque vos no quieras, aunque yo no quiera… siempre es especial.
En mi opinión, la alarma la encienden los jazmines. Sí, te cuento…cuando un día cualquiera ando por la calle haciendo cualquier cosa y huelo y veo  jazmines, hago tres cosas: la primera es agradecer por estar viva y volver a sentir ese perfume, la segunda es comprar un ramito (aunque salgan 10 mangos cada uno) y la tercera es avivarme que ahí nomás, a la vuelta de la esquina está diciembre y la Navidad.
Y con mi ramito de jazmines mal envueltos… con la certeza de que el papel del sencillo envoltorio  ya se humedeció  y en breve se va a romper del todo y seguro que cuando suba al ómnibus se me van a desparramar…(y sucede), bueno, así…loca como siempre y divagando pero contenta, reflexiono…
Por lo general protesto de la Navidad, el Año Nuevo y todas las celebraciones impuestas porque soy rebelde y yo celebro cuando se me antoja o encuentro motivos para hacerlo, qué tanto…
Al rato se me pasa la actitud “rebelde-way” y empiezo a rescatar cosas de estas fechas, que no son tan pocas…por ejemplo, mi aguinaldo, que me lo gasto tan campante comprando boludeces para mí y mis amores, porque con medio peso, si me lo puedo gastar, ya estoy feliz.
Después se vienen las movidas y encuentros con los grupos de amigos…los del área laboral, estudiantil, militante, familiar, amistades de siempre. Ni sé para qué protesto de las “despedidas navideñas” porque la verdad es que me encantan los encuentros, sean por lo que sean. Además, sólo asisto si me gustan las personas que van, no me muevo por compromiso ni de acá hasta la cocina…así que nada para reprochar-me ni reprochar-le al calendario y por lo general, lo paso bárbaro. Lugar de encuentro agradable, gente “pum para arriba” que si no es tan “pum” por naturaleza, se convierte al toque luego de la primera cerveza. Todo bien.
Tampoco puedo quejarme en eso de tener que estar en lugares que no quiero…yo en Navidad me quedo en mi casa y por lo mismo, siempre estoy bien. Hace poco, 2 o 3 años atrás, una Nochebuena/Navidad, Valen estaba de viaje por el mundo, Camilo vivía en Buenos Aires, Charly no pudo venir porque su mamá estaba sola y yo tenía jaqueca…fatal el panorama…por las 7 de la tarde llegó mi vieja, me hizo un mate y me lo trajo a la cama…al rato se me pasó la jaqueca, me levanté, me lavé la cara, armamos una picada y nos fuimos para la azotea, (que es casi compartida con mis vecinos, que son mi familia también) y pasamos fenómeno, tanto que cuando llegó Charly, como a las dos de la mañana,  después de decirnos “Feliz Navidad”, dijo “pero qué bien…encontrarlas a las dos tan contentas”…así son las cosas...hay que aprender a estar bien y contento con lo que se tiene…que lo que hoy se tiene, quién sabe si mañana, blablabla…
También me gusta mucho el asunto del arbolito, armarlo me gusta…porque después llega febrero y ahí está como nacido y yo mirándolo de reojo y diciendo “mañana”…
De paso…no encuentro por ningún lado el arbolito ni sus adminículos…pero bueno, problema menor…si no aparece, mañana me hago cargo de conseguirlo, China, Japón y Corea han puesto estos artículos al alcance de cualquier bolsillo…qué más da…
También me gusta mucho enviar y hacerme acreedora de los buenos deseos que por estas fechas abundan, porque yo soy de esas que no creen en las recetas de la felicidad, pero que por las dudas, las leen, me entendés?. Sí me gustaría encontrar palabras nuevas o por lo menos no tan gastadas para desearles a todos y todas las que quiero, felicidad, alegría, disfrute de la vida, trabajo digno, buena salud, reconocimiento, espontaneidad, amores (de pareja, de hijos, de amigos…AMOR en general), justicia, igualdad…uf…y más cosas…muchas más… pero esto ya es un dechado de “lugares comunes” y ustedes saben cuánto odio las frases hechas y las ideas preconcebidas…así que en un arrebato único de originalidad y para no parecer un tango por lo cursi y sentimental, les digo: disfruten de este diciembre, de los preparativos y hasta de las complicaciones que puedan surgir de ellos, porque en unos días…es Navidad y acá estamos! Ah…me olvidaba… por favor, ¡disfruten los jazmines!