Pura semiótica

Cosas que pasan y se juntan o cosas que más bien me agarran y me dicen otras cosas.

Mirando el paso del tiempo, mañana es 27 de noviembre y hace 30 años del “obeliscazo”. Un momento removedor, descomunal, inolvidable. Una se la pasa pensando, acordándose, sintiendo de nuevo. La dictadura: lo que nos pasó, lo que me pasó, el acto del Obelisco, los amigos, tan jóvenes nosotros, mi hijo bebito de dos meses. Cosas.

Mirando el momento o el pasado cercano, este domingo fue un día importante y emotivo. Mucha alegría y emoción tener una candidata, justamente mi candidata, a la presidencia de mi Frente Amplio.

(Mucho pronombre personal, dirán ustedes y yo diré “sí, porque se me antoja”. A veces, lo que abunda no daña: estimula y engrandece).

El domingo me fui a festejar con mis compañeros/as y mi candidata. Y saqué fotos, como siempre.  Y entre todas, saqué esta foto, la que ilustra. Y acá está - o trataré- de explicar lo que me dice esta foto en este momento de mi vida.

Mi abuelo Roque fue fundador del Partido Socialista del Uruguay, amigo de Frugoni, contemporáneo también. Y de Guillermo Chifflet, que era más joven, no era amigo/compinche por la diferencia de edad, Guillermo era de la “juventud del Partido”, pero mi abuelo lo consideraba y apreciaba muchísimo. Vengo de una familia absolutamente izquierdoza, o sea, lo mío es convencimiento pero también genética. Como se sabe, a la genética no hay con que darle. Una siempre la tiene ahí, al alcance, como su sombra.

Claro, si mi abuelo Roque me viera hoy, 2013, tendría alguna factura para cobrarme, supongo. Por ejemplo, que fui socialista afiliada y me desligué. Que soy del Frente pero muy independiente. Que hago siempre lo que se me canta. Que encima lo digo a los cuatro vientos.

Pero no sé si tanto, tendría para cobrarme, eh? Cuando vi esta foto, vi varias cosas: la cara de Guillermo, contento, satisfecho…que era como ver la de mi abuelo. Vi a Constanza adelante, parloteando como siempre, loca, desenfrenada, enfática, espontánea. Vi una fuerza adelante, como un viento que todo lo sacude…vi atrás la imagen de Guillermo que decía: “esto está bien, es por acá, desde mi calma y mi edad, te lo digo”.

Y vi, hoy recién, volviendo a la foto, a mi abuelo Roque diciéndome: “está bien, está muy bien, Claudina, es la candidata que vos te merecés”.

Y chau, me dio ganas de pasar a letras, estas cosas que me pasan que no son otra cosa que pura semiótica. Son los significantes pero los significados; los lenguajes; los discursos; las interpretaciones. Son los procesos. Los de mi abuelo. Los míos. El devenir.

La semiótica tiene eso, cuando una la entiende, es capaz de darte hasta esa paz interior que es la de haber elegido el mejor de los caminos.