De vacaciones
Las vacaciones tienen ese “quéseyoviste”: es como que todo se pone bello de repente y cualquier bondi te deja en la puerta. Si hace calor, la playa es fantástica. Si hace viento, te reís del laburo que pasan los vecinos en sostener la sombrilla. Si llueve, que está bueno el ruido arriba del dolmenit del porche. Si te despertás temprano, que vociferás para despertar a los otros y ninguno se enoja. Si te hacen el café con leche, ni mencionás que querías Vascolet y frío. Si el mate está lavado, está buenazo porque te saca la sed. Si el agua en la playa está fría, te sacan foto tiritando con pinta de desgraciada: pa' morirse de risa. Si no hay lechuga en el súper, tomate con orégano está fenómeno. Y todo así.
Las vacaciones son la vida que todos queremos a tener a diario, sólo que duran poco. Las vacaciones son protector 30 o capaz 50, que en la vida misma, la de todos los días, no pudimos inventar.
El hecho es que pasa en la vida, que una anda todito el año en su rutina sabiendo eso: que todo tiene un final, todo termina, y que esto también va a pasar y el Centro y los bancos con sus colas interminables y los bondis que no pasan porque hay paro y el fresquete y la lluvia que no ataja ningún paraguas y las quejas de los que tenés cerca y las noticias que son como bombas en medio del pecho y las responsabilidades y tantos problemas y la plata que no alcanza y la bufanda que se vuela y el celular que te lo afanaron y las mil reuniones para nada, para la misma nada, y otra vez de nuevo, todo de nuevo, hasta que chan, de repente es enero y olvídate : las vacaciones.
De acuerdo a tu poder adquisitivo serán en el bello Caribe, en Floripa, en Rocha, en la Costa de Oro o en Ramírez. Pero son las vacaciones. Las tuyas. Las que te merecés. Las que soñaste. Y no importa dónde…o capaz que sí importa, pero no para este relato específicamente. Las vacaciones son un estado del ser. De TU SER. De golpe es tu ser displicente que se vuelve, con otro color en la piel, con otra sonrisa, con otras ganas de amanecer, con novelas largas que tienen arena entre las hojas pero no impiden el fabuloso desenlace.
Las vacaciones son vos mismo o misma pero sin rímel. Las vacaciones son un “no me importa” o un “me río de Janeiro y de la Plata” que te ayudan a entender que de verdad te importa todo y te va a seguir importando todo, pero vos estás ahí, juntando fuerzas para que en un futuro bien cercano, todo te siga importando y entendiendo que precisás de estos días sin careta y sin horario para seguir poniéndole ganas a la vida, tu vida, que es esta, llena de arena, de sol y de brindis, la que te tocó y la que disfrutás completa..
Sos vos y las olas. Sos vos y el sol: tempranito o al atardecer. Sos vos y los de siempre. Pero distintos. Porque están de vacaciones. Y esa cosa distendida y afable que tienen ellos y ellas, te pega tan en el corazón, te pega tan hondo verlos felices, te pega tan “les saco una foto y la comparto” que…acabás entendiendo que las vacaciones son eso: ellos, ustedes, nosotros, la risa, la Caipi, el sol, el protector solar, la cerveza, las novelas largas, el mar azul como el mar azul, la arena en los pies…y en los pies, en tus pies…seguís caminando para volver a verlos a ellos y a ellas, tan felices…en la playa, contigo, con el sol en la piel, tan inmensamente ellos y ellas que vos…chan!...no podés no sonreírte y decir: “esta es la vida que quiero y por un rato, tuve suerte y me la prestaron!.
Hashtag: #Muchasgracias. Hashtag 2: #Queserepita.
Las vacaciones son la vida que todos queremos a tener a diario, sólo que duran poco. Las vacaciones son protector 30 o capaz 50, que en la vida misma, la de todos los días, no pudimos inventar.
El hecho es que pasa en la vida, que una anda todito el año en su rutina sabiendo eso: que todo tiene un final, todo termina, y que esto también va a pasar y el Centro y los bancos con sus colas interminables y los bondis que no pasan porque hay paro y el fresquete y la lluvia que no ataja ningún paraguas y las quejas de los que tenés cerca y las noticias que son como bombas en medio del pecho y las responsabilidades y tantos problemas y la plata que no alcanza y la bufanda que se vuela y el celular que te lo afanaron y las mil reuniones para nada, para la misma nada, y otra vez de nuevo, todo de nuevo, hasta que chan, de repente es enero y olvídate : las vacaciones.
De acuerdo a tu poder adquisitivo serán en el bello Caribe, en Floripa, en Rocha, en la Costa de Oro o en Ramírez. Pero son las vacaciones. Las tuyas. Las que te merecés. Las que soñaste. Y no importa dónde…o capaz que sí importa, pero no para este relato específicamente. Las vacaciones son un estado del ser. De TU SER. De golpe es tu ser displicente que se vuelve, con otro color en la piel, con otra sonrisa, con otras ganas de amanecer, con novelas largas que tienen arena entre las hojas pero no impiden el fabuloso desenlace.
Las vacaciones son vos mismo o misma pero sin rímel. Las vacaciones son un “no me importa” o un “me río de Janeiro y de la Plata” que te ayudan a entender que de verdad te importa todo y te va a seguir importando todo, pero vos estás ahí, juntando fuerzas para que en un futuro bien cercano, todo te siga importando y entendiendo que precisás de estos días sin careta y sin horario para seguir poniéndole ganas a la vida, tu vida, que es esta, llena de arena, de sol y de brindis, la que te tocó y la que disfrutás completa..
Sos vos y las olas. Sos vos y el sol: tempranito o al atardecer. Sos vos y los de siempre. Pero distintos. Porque están de vacaciones. Y esa cosa distendida y afable que tienen ellos y ellas, te pega tan en el corazón, te pega tan hondo verlos felices, te pega tan “les saco una foto y la comparto” que…acabás entendiendo que las vacaciones son eso: ellos, ustedes, nosotros, la risa, la Caipi, el sol, el protector solar, la cerveza, las novelas largas, el mar azul como el mar azul, la arena en los pies…y en los pies, en tus pies…seguís caminando para volver a verlos a ellos y a ellas, tan felices…en la playa, contigo, con el sol en la piel, tan inmensamente ellos y ellas que vos…chan!...no podés no sonreírte y decir: “esta es la vida que quiero y por un rato, tuve suerte y me la prestaron!.
Hashtag: #Muchasgracias. Hashtag 2: #Queserepita.
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