Con viento en contra, hay que seguir remando

Señoras y señores frenteamplistas: con motivo de las elecciones del Frente Amplio de hoy en una semana, me permito decir y/o recomendar quizás, algunas cosas. Esta nota es sólo para ustedes, o sea, nosotros/as. Los de afuera, son de palo, tá? Quedamoh así!? Entonces, ahí voy.

1 – Hemos de tener claro qué votamos. Votamos el presidente del FA –séh, tiene género definido y único, lamentablemente- pero no sólo eso, también votamos las demás autoridades de nuestra fuerza política. Es decir: la representación de los grupos políticos y las bases a los organismos de dirección: Plenario Nacional y Plenarios Departamentales. Presidencias de los Plenarios Departamentales. Representación en los Plenarios Departamentales de los grupos políticos y las bases. Tu voto define, me entendés?

2- ¿Cuáles son las alternativas? Para la presidencia del FA, las alternativas son 4. Hay 4 candidatos que ya todo el mundo frenteamplista conoce, no voy a insistir en ello. Si ninguno de los 4 te gustara o gustase, podés votar en blanco a la presidencia. Podés, cómo no. Es una opción. No la estimulo ni nada, digo eso, que es una opción. Podés entonces, votar a un candidato o no, y acompañar una lista –la de tu preferencia- para las demás autoridades. Lo importante es que votes, porque tu voto, define.

3- ¿Y para qué votar si en estos tiempos el Frente Amplio es más desencuentro y desacierto que otra cosa? Por eso mismo, para cambiarlo. Porque conformes y contentos, seguro que no estamos. Votemos para introducir otra impronta, para que participen en la dirección otras personas, con otro pensamiento o con otras ganas o con la fuerza para que prevalezca la discusión política fraterna entre compañeros/as y no las chacritas o las mezquindades personales. O sea, tu voto define y perdón que insista en ello…

4- ¿Dónde votamos? En cualquiera de los locales habilitados. En la página web del FA está la lista. Si sos adherente a un Comité, deberías votar en ese Comité, aunque ya te hayas mudado ¡y te quede lejos, che! Porque es la forma de no votar observado. Está todo bien si votás en cualquier lado, pero se demora el escrutinio. Vos ves. Yo voy a ir a votar a mi viejo comité, porque soy ansiosa. Ah, no te olvides: tu voto define, no sé si te dije.

5- Tenés delante tuyo la oportunidad. ¡Hacé el favor de no quedarte afuera! Si no vas a votar por no moverte de tu zona de confort, después no hay reclamo, eh? Calculo que no son muchas las fuerzas políticas del mundo que siendo gobierno por tercera vez consecutiva y en una situación más que complicada - por ser leve en la apreciación- se juegan esta parada de meter elecciones a padrón abierto en semejante momento. A mí no me importa que votes, ¡a mí me importa que vayas y que digas! Porque…eso que te vengo diciendo, tu voto define.

6- Lo del título: con viento en contra, hay que seguir remando. ¿Me vas a decir que en la vida misma no has tenido vientos en contra, o huracanes quizás, y le diste para adelante de la mejor forma posible o por lo menos, con todas tus ganas? No me digas que no, porque si me decís que no, igual no te voy a creer. “Los que aseguran que es imposible, no debieran interrumpir a los que estamos intentándolo”. Me encanta la frase, la dijo T. A. Edison. La hago mía para esta oportunidad. No les des bola a los operadores de la desesperanza. Ahuyentálos con flí. Vos podés. Yo puedo. Andá a votar. Y seré acaso un poco reiterativa pero mirá que tu voto define. Ya lo dijo la gran Moria: cocodrilo que se duerme es cartera, loco.


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