Alfajores
- ¿Sos fotógrafa vos?
Me di vuelta para ver la cara de mi interlocutor. Me llegaba a los hombros.
- Nah, ni tanto…saco muchas fotos, eso sí- le contesté.
- Si sacás muchas fotos, sos fotógrafa – insistió.
- Bueno, si vos querés…pero amateur apenas …
- “Ama” qué? – preguntó
- Amateur…quiere decir que no soy profesional – expliqué.
- Ah, ¡que no sos como un doctor!- dijo.
- Eso…ni ahí de ser como un doctor…quiere decir, que trabajo de otra cosa…
- Y ¿de qué trabajás? – siguió investigando…
- De secretaria trabajo…sabés que es ser secretaria, no?
- Si, con un jefe…
- Ahí va, eso mismo, con un jefe y algunas otras cosas, también…
- ¿Me sacás una foto a mí? Si te gusta tanto sacar fotos…–
- Sí, claro que te saco.
Varias le saqué, se puso en pose, cara de loco, cara de santo…se arregló el pelo y el gorro varias veces…
- ¿Y a qué le sacás fotos vos?- siguió preguntando
- Uf…a todo, mirá…a los lugares, a las paredes, a los dibujos, a las plantas, a la gente –
- A la gente que conocés…
- No, a la gente que no conozco también, pero claro, a los que conozco les saco más…como a mis hijos-
- Vos tenés hijos?
- Tengo…tengo dos
- Y están chicos?- investigó
- No – me reí – están grandes mis hijos, bien grandes…pero igual me gusta sacarles fotos, eh?
- Y para qué? Para qué si ya los conocés…
- Para tenerlas nomás…porque son las personas que más me gustan de todo el mundo…
- Ah…claro…y por qué te gustan así… tanto?
- Primero porque son mis hijos y después…bueno… porque a mi me parece que iluminan el aire mis hijos…
- Ah…hablaste lindo…
- Sí? Te parece?
- Sí! Yo no sé hablar así, lindo…
- Ah, eso es porque sos chiquito, después vas a ser grande y vas a hablar lindo, a sacar fotos, vas a hacer muchas cosas…
- Y para hablar así lindo, ¿cómo se hace?
- Y…tenés que ir a la escuela, al liceo, tenés que leer libros…
- ¡No me gusta leer libros! - me gritó.
- Bueno…pero para hablar lindo, vas a tener que leer libros, para conocer las palabras…
Se quedó callado un poquito, nomás…
- Yo igual sé las palabras…pero no tan lindas…A vos te gustan los libros?
- Sí, la verdad es que me gustan mucho…¿Y qué te gusta a vos? Ya que me contás que no te gustan los libros…qué te gusta, decime-
- Los alfajores de chocolate!
- A mí también! Si me decís por qué te gustan los alfajores de chocolate, te compro uno! No, compro dos, uno para vos y otro para mí!
- Me gustan…porque son dulces…porque tienen chocolate y porque…¡porque sí!
- Son buenas esas razones tuyas…vamos por los alfajores…
- Bueno!
A diez metros había un quiosco, entré, compré dos alfajores de chocolate. Me esperó quietito en la puerta. Le di el suyo y abrimos al unísono los paquetitos. Me dio las gracias mirando el piso.
- Me tengo que ir- le dije. Cométe tu alfajor y otro día nos vemos y seguimos conversando y comiendo alfajores, dale?
- Dale…otro día, si…y trae la cámara!
- Claro, sí, la traigo!
- Chau – dijo y movió la mano desparramando miguitas.
Las cinco de la tarde, Barrio Sur o Palermo.
Sencilla y productiva conversación sobre fotografía, libros, familia, vida…con un piojo que se me cruzó en la calle -preguntón, curioso- y no tenía ni 10 años, calculo. Con gusto publicaría sus fotos, pero no me parece. Me las guardo para mí. Su gesto me estoy guardando, si se me permite tamaña mezquindad.
Este piojo también iluminó mi aire y me endulzó la tarde con chocolate…me fui pensando en eso.
Este me encanto. A mi que no me gustan los alfajores ni de chocolate ni de nada me gusto muchisimo la historia. Ojala hayan otras parecidas. Tu amiga Lady Gaga
ResponderEliminarA mí me gustan cada muy tanto, la verdad...pero fue su entusiasmo en compartir lo que me disparò el sabor, que me siguió acompañando un rato. Es que los gurises, son un disfrute...casi chocolatesco, eh? Lo dice una pròxima abuela que babea, jaja. Besos!
ResponderEliminarq tesoro...
ResponderEliminarbesote, Stefy
Stefy, divina! qué bueno verte por acá! Besote!
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