Ni una luz
¿Qué es lo que le pasa a esta sociedad?
¿Qué clase de gente comete estas atrocidades, qué engendro?
¿Cómo operan esas mentes abyectas?
¿Cómo pueden ser sus cabezas tan siniestras, aberrantes, ominosas?
¿Hasta cuándo se seguirá sumando más y más violencia? Más acoso, abuso, desgracia y dolor.
¿Qué hacemos o que “no hacemos” con este paquete de muerte, maltrato, violencia, degradación, locura o absoluta demencia?
¿Esta violencia es un espiral que no se detiene?
¿Es ascendente?
¿Hay que tener miedo de ser el último orejón del tarro, un ser débil o vulnerable?
¿Miedo por ser mujer, por ser niño o niña?
¿Somos el último eslabón de la cadena donde se ejerce maltrato, manipulación, dominio, control, falta de respeto, acoso, persecución y muerte?
¿La violencia se reproduce?
¿Opera por contagio?
¿Acaso se puede vivir en el miedo y en la inseguridad?
Y crecer con miedo y con inseguridad, con traumas y con incertidumbres, ¿se puede?
¿Acaso puede sucederme a mí o a alguien de mi entorno?
¿En el resto de la sociedad, este tema se hizo carne y preocupación desvelada o aún es "lo que le pasó al otro"?
¿En las doce mil denuncias por violencia doméstica de este año, se visualizan las caras de las futuras víctimas?
¿Las estadísticas no se equivocan y entonces habrá más muertes?
¿Un caso incide en el siguiente y así sucesivamente?
¿Es claro para la sociedad entera que esto nos pasa a todos y a todas?
¿Cómo se da un giro absoluto y se planta el respeto, la tolerancia, el amor a la vida y el derecho a ella?
¿Existe alguna forma de parar esta insanía, esta esquizofrenia generalizada?
¿Hay alguna alternativa?
No tengo una sola respuesta. Ni una sola luz encuentro hoy. Y todavía me resta una pregunta más: los que reciben las denuncias, los que trabajan en el sistema de justicia, los que intervienen en el hecho de violencia una vez consumado, los que lo investigan, los que lo comunican, los que lo reciben como información del día ¿se ponen a pensar medio minuto qué carajo les puede haber pasado por la cabeza a las víctimas en sus últimos momentos en este mundo, justo antes de convertirse en ese penoso deshecho?
Hoy no encuentro ni una luz. Lo siniestro a la vuelta de la esquina.
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