Para que se sepa

Tengo muchas adicciones. Soy  bastante y desenfadadamente adicta.

A las letras en todos sus géneros, desde que soy chiquita.

A leer 4 o 5 libros al mismo tiempo alternando sólo dios sabe cómo y porqué.

A la música y los conciertos.

Al arte, desde no tan chica, más bien grande pero con  la adicción acrecentada por la responsabilidad de ser adulta.

Al arte moderno y contemporáneo sí y sí.

A la fotografía que por algo la separo y es para destacarla.

A mis cigarrillos. No a todos: a los míos. Si me quitaran para siempre mi marca no fumaría nunca más.

Al whisky si lo tomo con Charly, juntos o separados pero con.

A mis nietos. Compulsiva, desquiciada y locamente adicta.

A los amigos: de antes y hoy, de hoy y de mañana: reales, virtuales y soñados por causa de ausencia. Todos y todas.

A Charly porque sínomásytodo. Stop.

A caminar por la calle para ir derechito a hacer algo que nunca termino de hacer porque me distraje en otra cosa.

A la playa con y sin sol.

A Montevideo también con y sin sol.

A Buenos Aires, ídem.

Al cine.

Al teatro.

A los museos todos.

A los graffitis. Casi todos.

Al arte en la calle que está tan vivo con mis zapatos que lo andan buscando.

A las cosas dulces pero más al chocolate y al dulce de leche en todas sus formas.

Al pan cuando huele y abunda.

A la ropa pero sobre todo a la de feria, la de diseño, o la barata con onda.

A las noticias.

A saber. Saber. Saber.

A la radio, pero no a toda. A algunas con devoción y fidelidad.

A las cosas que no tienen otro valor más que el estético.

Al mate, al café y a los tés de gustos exóticos.

Si son compartidos, mejor.

A las mochilas y las cremas de peinar sitenésrulosfestejá.

A la bijou y a los pañuelos, si son bien hippies.

A los hippies y al pop art, todo y sin condiciones.

A la casa en dónde trabajo. A la casa dije.

A las redes sociales por dos únicas razones: acercan y dejan ver.

Al otoño, por sus colores y su hojarasca que hace ruido.

Al invierno, por mi acolchado y por los guisos de Charly.

A la primavera, por el verde que resiste y crece y porque me trajo hijos y nieta.

Al verano por el sol, por la playa y por Lucas.

Soy adicta a dejar testimonio de mis adicciones. Para el futuro y para que se sepa.

Soy muy adicta en general.