Trastornos de conducta tenemos todos


He leído un artículo maravilloso y esclarecedor sobre “las 13 distorsiones cognitivas que afectan la percepción de la realidad”.
Sí, ya sé…yo “escribo en fácil” (dice mi amigo Miguel) y esto tiene un inicio de terminología psicológica, analítica y hasta compleja, ¡pero no huyan, cobardes! Que voy a poner "en fácil" 13 rayes cotidianos que nos/los ponen como loc@s y nos/los hace ir al reverendo carajo a diario! Tengan paciencia y confíen en mí, que estoy tratando de hacernos mejores seres humanos. Serán dos notas para no terminar de enloquecerlos. Empiezo hoy con las 6 primeras, total es viernes santo, se presta al momento reflexivo. Voy “pa i”.

1. Pensamiento polarizado o dicotómico:
Consiste en clasificar las cosas en términos extremos u opuestos (ej: todo o nada, blanco o negro) sin tener en cuenta las posibilidades intermedias.
Traducción:
Dícese de aquella gente que le decís “luego te llamo y te aviso” y como se te complicó el día, o te olvidaste y no llamaste ni avisaste nada, se la juegan de ofendid@s, nunca más dan señales y en la próxima comunicación, te sueltan graciosamente “yo acá estoy… hace 3 meses, esperando que me llames”.
Tip: déjenlos volar y elaborar la queja a piacere, la práctica del “rescatáte” no se recomienda.

2. Visión catastrofista:
De entre las distintas opciones, pensar que siempre va a ocurrir lo peor.
Traducción con el mismo ejemplo anterior:
…entonces cuando vos llamás y preguntás por qué no se comunicó más, contesta: “porque pensé que estabas enferma o capaz muerta y no quiero más malas noticias, con mi vida tengo bastante”.
Tip: No sean alcornoques. Huyan de la escaramuza que se avizora en el horizonte…no cuestionen, no pregunten y comprendan que ell@s viven en eterna clave de peripecia.

3. Personalización:
Tendencia a pensar que lo que ocurre a nuestro alrededor está relacionado con nosotros.
Traducción (y no lo digo más, siempre el mismo ejemplo porque pa' muestra basta un solo cierre metálico).
“A vos te pasa alga conmigo, hace tiempo que te pasa algo, vos no sos sincera, a vos te pasa algo y yo bob@ no soy, me doy cuenta”.
Tip: gestionen la emoción y jamás en la vida se les ocurra hacerles entender que no tenías señal en el celu o cero crédito disponible y cero peso, vienen de (y con) pensamientos erráticos. No se olviden: lo pragmático no forma parte de esa su desgraciada y trágica realidad.

4. Sobregeneralización:
Sacar conclusiones generales de hechos particulares.
Traducción:
“No llamaste, no avisaste…yo puedo sacar en conclusión que a vos yo te importo un carajo. Eso está claro, dejá, no me expliques nada”.
Tip para el caso: hacé silencio o poné “mute” y ni se te ocurra decirle que el muro de los lamentos queda justo a la vuelta, dos cuadras a la derecha porque la cosa empeorará irremediablemente.

5. Filtraje o abstracción selectiva:
Valorar una situación global como negativa debido a que hay algunos elementos que son negativos sin tener en cuenta otras características.
Traducción: 
No importa todo lo que hayas hecho de bueno en miles de años por esa persona, no l@ vas a convencer. Son operadores de la desesperanza. Su discurso será inevitablemente: “Es evidente que soy una carga en tu vida, no insistas en justificarte, lo que faltan son ganas, por algo será… (cierto que dan ganas de preguntarle “la idea es toda tuya o la compraste en 12 cuotas sin recargo?”, pero desistan, malandrines, desistan, callen, mediten y ooom).

6. Interpretación de pensamiento:
Suponer los pensamientos o intenciones de los demás sin prueba alguna.
Traducción:
“Ni falta que hace que me expliques, yo ya sé todo, entiendo todo, no te preocupes, igual…tengo claro qué lugar ocupo”…(omitan proferir opinión y menos aún sincerarse y decirle que se está sorteando el lugar número 159 de la serie rosada y va el 72 de la verde, no lo hagan, son tip@s difíciles y manejo de la ironía: menos diez).

Y por hoy, quédense pensando en estas 6 distorsiones, tanto sea que son ustedes los eternos distorsionados o que tienen en el entorno algún distorsionad@ de estos que todos los días — o “amenudamente” diría una amiga mía— les distorsionan no sólo el día, sino el año completito, con sus días, sus noches y sus cuatro estaciones.

Reflexionen, vayan haciéndose cargo de su (“su” de ustedes... o de mí) reprobable moralidad. Atiendan a estos consejitos para ser un poco menos adoquines, más felices y comprensivos  y para concluir adentro de qué puta distorsión están metid@s. Continuará. Y seremos mejores adoquines acaso. O más concientes de la adoquineidad que nos circunda.

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