Agarrate del pincel...

Cuando una milita por una causa en la que cree, la tarea que le toca no importa, hay que decir “Yes, we can”. Como Obama, viste?

Buéh…mentira, la verdad es que una, antes de decir “we can”, debiera aprender, pa después poder contarla, como dijo el Gabo (toy “citadora” hoy…) y de repente, seh…we can o tratamohvistecomoeh.

Por ejemplo:

1)     Pintar a la cal está fenómeno porque es barato, pero hay que prepararla. Y cuando metés el polvito y le agregás el agua, te sube como una nube de cal que te invade y te ahogás un poco, tipo que los compañeros se asustan y con cara de circunstancia te preguntan: “tás bien?”. Así que se aconseja echar el polvito, alejarse, dejarlo asentar y después agarrar el palito y revolver.
2)     El “palito” para revolver, ha de ser un verdadero palito. Si no preguntále a Silvia Ramírez, que yo le encajé un pedazo de ducto de plástico para revolver y la tipa todavía está tratando de mezclar…fah.
3)     Como decía arriba, pintar a la cal está bárbaro, pero si el “fondo” de la cosa es de color, la de manos que vas a tener que dar…buéh.
4)     Las paredes pintadas de color que dan la impresión de tener que ser pintadas de nuevo, si las lavás, con agua nomás (en qué estado te quedan los brazos a nadie le importa) relucen cual si fueran nuevas y te ahorrás de pintarlas.
5)     No está bueno que en un lugar en obra haya una sola canilla de la que sale agua porque los viajes que vas a hacer hasta llegar a ella, no los arreglás con un boleto de dos horas. Así que se recomienda un sanitario, como para el arranque.
6)     Que en medio del día de trabajo, con 30 o más grados de calor, te aparezcan dos veteranos con un baldecito de ciruelas frías para “los/as compañeros/as”, es lo mejor que te puede pasar en la vida. En toda la vida entera tuya, digo.
7)     Que en medio del mismo día de trabajo con igual temperatura, mientras vos sos un resumen de mezcla, cal y mugre de todo tipo, aparezca alguien…rutilante y sonriente, trayendo en la mano una bella plantita para alegrar el espacio…buéh…es por lo menos salido de una película de Buñuel.
8)     Abandonar tu tarea de albañil para cebar mate o para sacar fotos es totalmente absurdo, pero de alguna manera, es lo que la gente (entre otras cosas) espera de vos. Compartirlas en las redes, para los que ni se aparecieron, es un acto de bondad absoluto y desinteresado.
9)     Hacer mandados y generar el sustento alimenticio para los/as compañeros/as, sin embargo, es bien visto. Y andar por el centro buscando pizza barata y darte cuenta que es imposible comprarla y terminar comprando pan y fiambre…es la pura realidad. Igual los/as compañeros/as contentos. Si ya comieron ciruelas, che!
10)  Bancarte el discurso del ferretero al que le fuiste a comprar un quilo de clavos de 2 pulgadas cuando le dijiste que en la boleta anote “Constanza 2014”, puede ser insostenible. Pero tenés que verlo como una oportunidad. ¿Te acordás? Crisis=Oportunidad, los chinos lo inventaron y son unos genios, así que oooom, bancátelo. Mañana es lunes y podés ir a otra ferretería.
11) Contar con alguien que sabe lo que hace, labura sin parar, organiza, da una clase con cada cosa que te dice que hagas...es imprescindible. Es como decía Brecht, "esos son...". Gracias, Héctor, por el aprendizaje.

En fin…habría muchas más, pero algunas pueden atentar contra los principios que nos son más sagrados, así que vamos cerrando.

Salú y la “Casa Grande” los espera, remozada, y como dice Soledad…con mucho amor. Porque Constanza tiene una “banda amiga que le aguanta el corazón”. Y le agarra la brocha, le agarra…

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