Semejante barra
No me gusta el turrón. Ni las frutas abrillantadas. No me gustan las almendras. Un poco las nueces, pero para cuando yo quiero… nomás, más bien poco.
No me gustan las fiestas obligadas. Me gustan las fiestas que yo quiero festejar cuando me surge hacerlo. Como cada tanto me pasa y me pinta festejar mi cumpleaños .
Y otros años -cuando no me pinta- me voy al cine y a cenar con Charly los dos solos y el resto:“a manejarse”.
Nunca me han gustado las “fiestas tradicionales”. Me siento obligada, me siento presionada. Me siento con ganas de hacer otras cosas pero como que la multitud me arrastra. Y eso no me gusta para nada, sabelo. Si me conminan, de pique…me niego.
Sí que me gusta comprar regalos siempre y para todos, me gusta adelantarme a las necesidades del otro…agarrar una frase al pasar y pensar: “graaacias, eso te voy a regalar, no me olvido!”.
Pero nunca me han gustado las fiestas del famoso fin de año!.
Sin embargo, estas “fiestas”,en 2013, ¡me han gustado!
Porque mis nietos marcaron la cancha. Porque son felices con calor y todo. Porque no les importa si en el “amigo invisible” Juli tiene un buggy y Lucas tiene un títere. Porque cuando tenés dos años no se anda “calculando” los precios. Porque estar juntos y abriendo paquetes, ya alcanza y sobra.
Yo quiero tener dos años.
Me gustaron estas fiestas porque mi vieja estuvo conmigo en ambas.
Porque en Navidad estuvo Norita en mi casa y los espacios en blanco que tuvimos durante el año, se olvidaron con un abrazo.
Me gustó que mi amiga Rosana fuera a buscar a mi vieja a su casa porque le dolía la rodilla y me la trajera a casa en su auto.
Me gustó que mis amigas del alma que no pude abrazar en vivo, me escribieran y nos mimáramos.
Me gustó que armáramos un “amigo invisible” en la casa de Valen para el 31.
Me gustaron los saludos en Facebook, que están llenos de buenos deseos creíbles.
Me gusta la espontaneidad que las fiestas tradicionales disparan en todos nosotros.
Me gusta creer que podemos ser semejante barra capaz de cambiar todo con el mero anhelo de sentirnos y ponernos en el lugar del otro.
Me gusta más creer en eso que en Papá Noel y en los Reyes Magos.
Me gusta más creer en lo que nos sale del corazón a todos nosotros. Cuando son las fiestas y cuando encontramos un recoveco para decir “acá estoy y esto me importa”.
Me gusta, sustancialmente, la espontaneidad. Me gusta expresar el amor en fotos, videos y frente a frente. Me gusta decir “te quiero”. Casi que más me gusta más…decir “te entiendo”.
Y un poco más todavía, decir: “te entiendo todos los días”. O estoy tratando. Denodadamente. Todos los días del calendario compartido.
Me gusta que la gente se entienda. Que la gente esté contenta. Que sean amigos. Que se quieran.
Me gustan las fiestas tradicionales, mirá vos…me ha terminado por gustar…esta historia de estar juntos, aunque sean un par de días al año. Sentidamente: juntos.
Ojalá podamos estirar tanto sentimiento hasta hacer un chicle que nos resguarde, proteja. Que nos contenga. Chiclosos, todos y todas. Felices, todas y todas. Completitos.
Que tengan, los que me leen, la certeza de mis deseos y el "másmijor" 2014!
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