LA VIDA SIN "WAKA-WAKA"

(Reflexiones sobre el Mundial, Sudáfrica 2010)

Amigas, amigos: muy rico todo…pero se terminó, finish, game over! Final absoluto. Copas, premios, recibimientos, reconocimientos, festejos, medallas. Lo estiramos lo más que se pudo, todavía suenan ecos de la llegada de los Celestes y por lo mismo, están permitidos los comentarios sobre el tema, pero… “todo tiene un final, todo termina”. El mundo real está aquí mismo, se acabó la locura, el sueño y hasta el veranillo que tuvimos en pleno julio. Para hacernos entrar en razones, hay 2 grados en este gélido Montevideo y el viento colabora todavía más para hacernos sentir esquimales. Así que sacáte la camiseta celeste, o usála de eso mismo – camiseta - y encará una buena campera, bufanda, gorro y guantes, porque esto está salado.

Cuando hoy de tardecita llegues a tu casa y prendas la tele para ver el informativo, no vas a poder creer que por más que “zapineés” a diestra y siniestra, no habrá más vuvuzelas, ni jabulani, ni zacumi, ni waka-waka, ni conferencia de prensa del Maestro, ni el infalible pulpo Paul (una rareza, realmente…tan metódicos y racionales que parecían los alemanes) que a esta altura habrá perdido el brillo de otrora porque ya está trozado adentro de la paella que cocinaron los gallegos (qué envidia…la paella, digo…)

Cuando llegue la tanda, nada de “gracias Celeste de mi corazón”, no sonará Jaime Ross, ni el Canario Luna, ni NTVG, ni “color esperanza”, que fue la última adquisición… se la jugaron, eh? ¡Un temún a la altura de las circunstancias para cerrar la serie de “los alientos”!

Pasó el cuarto de hora de Alejandro Figueredo, Kesman, Toto da Silveira, Roberto Moar, Mario Uberti y Gorzy (que igual va a seguir tirando un poco más… con la campaña que se mandó). Todos volvieron, incluso el Piñe, que fue y vino con su mufa a cuestas y tiene la culpa de todo... como ya se sabe.

Paciencia…”barajar y dar de nuevo”. Salí de esa sobredosis futbolera que te agarró y pisá la tierra de una vez. Si tuviste la suerte de comprar un LCD 32 pulgadas en Barraca Europa, que te salió tirado de barato, ¡no tenés de qué quejarte! Te vas a regocijar viendo en high definition la crónica roja de Canal 4 (que volvió con renovados bríos), o al Pepe rodeado de mucha gente, o al Pepe con Bonomi, o al Pepe con Bonomi y Lucía, o al Pepe con Bonomi, Lucía y Manuela.

Así las cosas…el mundo es redondo pero no es pelota. ¿Sentís que te quedaste sin tema de conversación? ¿No encontrás motivo para juntarte con l@s amig@s? ¿No sabés qué hacer con tu tiempo? ¿Te aburre todo lo que te rodea? ¿Te parece que tu vida está vacía y es una porquería? Asumílo, porque es cierto. No se sale tan fácil de la mediocridad y no hagas responsable al Mundial porque solo dura un mes. Tenés que cambiar tu cabeza…para seguir haciendo lo mismo de antes…

Dejáte de historias, retomá tu rutina, prendé la tele y focalizáte en la realidad de los taladros Black and Decker, las afeitadoras Philips y los pantalones de pana que vienen con un buzo escote en V monísimo (todo por mil pesos) porque se acerca el Día del Padre. Salí del mundialismo, sumáte al consumo y el domingo andá a ver a tu viejo, que hace un mes que ni lo llamás por teléfono.

La vida sigue su curso…en unos días más, ya estaremos pensando en el Día del Niño y ¡todos seremos peluches! Retomá el vínculo con los chiquilines, ellos se merecen que los vuelvas a atender porque han esperado un mes entero por una mirada tuya que no fuera dirigida a la pantalla de la tele.

Despabiláte y decidíte a dar vuelta la página…a mirar para adelante con entusiasmo, cuando quieras acordar será setiembre y la primavera lo arreglará todo, barrerá con todos los bajones, por lo ventosa…y todo fluirá, entreverado con el mal habido polvillo de los plátanos que nunca nos abandona.

Después de todo, en cuatro años, volveremos a vivir esta locura, Dios mediante…digo… Dios mediante, estaremos vivos…y Uruguay “reloaded”, cual Matrix, ¡será campeón del mundo de una bendita vez!

Mientras tanto, salgamos de “la luna del desatino”, volvamos a interesarnos en la reforma del Estado, presupuesto justo ya y otras trascendencias, encarando con responsabilidad la vida que nos tocó, porque plan de contingencia, no hay. ¡Aguante! que debemos dar la talla porque somos hijos de Obdulio!

La otra posibilidad es comprar una vida nueva, pero no sé dónde venden…si en la vuelta llegás a encontrar un outlet, avisáme, porque estoy desolada y no encuentro mi lugar en este mundo sin Mundial… para peor hoy no es lunes, que si no miraba “Estadio Uno”…touché!

Comentarios

  1. Me encanta tu estilo. Y tenés razón, tenemos puntos en común en el relato humorístico. Muy pero muy bueno Claudia!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

"Allá en la fuente, había un chorrito"...

Mal día pal gaucho...

En la escala de los números reales