AMIGAS SON MIS AMIGAS (o "Bancáme estos pensamientos" Parte II)
Usual y hasta rutinario es que mis amigas me ayuden a pensar…o a entender más bien, porque pensar pienso…pero entreverado.
“Bancáme estos pensamientos” tuvo repercusiones inusitadas, comentarios de toda índole; en términos generales apoyando mi desazón y dándome ánimo, que me viene divinamente y ¡se aprecia! ¡Chas gracias, girls!
Una de mis amigas más cercanas (mantendré el anonimato y se llamará B. en esta nota porque ella es de perfil bajo y cuidadosa de su privacidad, no como yo que parezco un conventillo) me hizo llegar una idea inapreciable, fantástica y meditadísima (por ella…yo aquí voy…recién arrancando en la búsqueda del pensamiento lógico de B.).
Sostiene B. (dale, si querés decirle “Pereira”, agarro, chiste cantado…) que no sólo están pasando muchas cosas que ameritan el estado “¿desazonesco? ¿desazonado?” de mi persona, sino que la culpa de sentirse así la tiene esta “maldita etapa del año en la que estamos”. O sea, me explica B., que llegado noviembre, a una/o lo paspa todo, aunque no quieras y aunque “tengas un plan” como Natalia (¡gracias, Tere!) todooo nos complica, sencillamente, porque estás agotada/o y no ves la hora de que lleguen las benditas vacaciones.
Continúa B. en esa línea de pensamiento, diciéndome que lo único en lo que ella puede pensar por estos días, es en los venideros 20 días de licencia que le esperan en enero y que tratará - como hacemos todos - de sacarles el mejor de los provechos. Pero que si con ellos “no alcanzare” (nada de “añadir trenzas”…olvidáte), en un periquete se viene Carnaval… y después cerrás los ojos y es Turismo. O sea, hasta abril, se mantiene en alto la esperanza de la sobrevivencia.
De abril en adelante, se va llevando, cada cual como Dios lo ayuda, pero llegando octubre…y entrado noviembre que está, ya no quedan esperanzas.
Para peor, y esto no lo dijo B., lo agrego yo…no sé si a todos les sucede, pero en los laburos se complica todo porque hay como un sentimiento de que lo que no se logró hacer jamás, hay que hacerlo en 45 días (voluntarismo a ultranza). Sumále a eso que se viene (y está ahí al lado) todo ese jaleo de las fiestas, los papánoeles, amigos invisibles, despedidas en repletos e intolerables boliches y otros desmanes regados de cantidades desmesuradas de caliboratos.
Así que la culpa de todo, además del conflicto de los bancarios, del frío inexplicable en la mitad de noviembre, de que no me saqué el 5 de Oro y no pegué ni un número, además…pero por sobre todo, la culpa la tiene “está maldita etapa del año en la que estamos”.
¡Bien por mí! Razoné en la línea de B., sacando conclusiones (inducción era, no? O deducción…yo que sé…no me demanden tanto, che, aflojen, y recuerden la etapa del año en la que estamos). Entendí todo…pero ahora estoy peor que antes de sólo pensar los 45 días que se vienen…en el laburo, en los estudios (por los pendientes...) y en la familia, ¡ni te cuento!
Bate su parche la Navidad y el Fin de Año…más estrés, más movida, más llamadas y más mensajes “detesto”, se viene el quién con quién y cómo pasa qué fiesta y aparece y protesta el que quiere estar pero no puede llegar, o el que puede llegar pero no quiere estar, o el que quiere comprar regalitos para todos pero no puede porque no se inspira, o no puede comprar regalitos porque cobra dos pesos de sueldo y se angustia y entonces yo compro el mío, el del otro, para que tengan todos…y siempre hay alguno que se queda solo y otro que está acompañado pero justo extraña al que no pudo venir…pero qué más da…es tradicional, hay que festejar y tá…ya estoy agotada…¡doblemente agotada! Y eso que todavía no estoy analizando el sustancial asunto de la comida para conformar a los que tienen colesterol, los que están a dieta, los que comen sin sal y los que son jodidos nomás porque sí, eso es material de otra nota…no me voy a abrumarcon el asunto ahora, total falta...¡falta un suspiro!
A mi amiga B., yo la adoro, no tengan dudas, halago y exalto su capacidad analítica, pero me cache en diez con su razonamiento lógico…estaba bajoneada yo, ahora me di vuelta cual panqueque y estoy al borde del abismo ! Bueno, siempre rescantando que todo es posible "with a litlle help of my friends"...igual, tranqui, que estaré al borde del abismo pero ni ahí doy el paso al frente como aquel que-te-je-di...¡Tá la próxima!
Usual y hasta rutinario es que mis amigas me ayuden a pensar…o a entender más bien, porque pensar pienso…pero entreverado.
“Bancáme estos pensamientos” tuvo repercusiones inusitadas, comentarios de toda índole; en términos generales apoyando mi desazón y dándome ánimo, que me viene divinamente y ¡se aprecia! ¡Chas gracias, girls!
Una de mis amigas más cercanas (mantendré el anonimato y se llamará B. en esta nota porque ella es de perfil bajo y cuidadosa de su privacidad, no como yo que parezco un conventillo) me hizo llegar una idea inapreciable, fantástica y meditadísima (por ella…yo aquí voy…recién arrancando en la búsqueda del pensamiento lógico de B.).
Sostiene B. (dale, si querés decirle “Pereira”, agarro, chiste cantado…) que no sólo están pasando muchas cosas que ameritan el estado “¿desazonesco? ¿desazonado?” de mi persona, sino que la culpa de sentirse así la tiene esta “maldita etapa del año en la que estamos”. O sea, me explica B., que llegado noviembre, a una/o lo paspa todo, aunque no quieras y aunque “tengas un plan” como Natalia (¡gracias, Tere!) todooo nos complica, sencillamente, porque estás agotada/o y no ves la hora de que lleguen las benditas vacaciones.
Continúa B. en esa línea de pensamiento, diciéndome que lo único en lo que ella puede pensar por estos días, es en los venideros 20 días de licencia que le esperan en enero y que tratará - como hacemos todos - de sacarles el mejor de los provechos. Pero que si con ellos “no alcanzare” (nada de “añadir trenzas”…olvidáte), en un periquete se viene Carnaval… y después cerrás los ojos y es Turismo. O sea, hasta abril, se mantiene en alto la esperanza de la sobrevivencia.
De abril en adelante, se va llevando, cada cual como Dios lo ayuda, pero llegando octubre…y entrado noviembre que está, ya no quedan esperanzas.
Para peor, y esto no lo dijo B., lo agrego yo…no sé si a todos les sucede, pero en los laburos se complica todo porque hay como un sentimiento de que lo que no se logró hacer jamás, hay que hacerlo en 45 días (voluntarismo a ultranza). Sumále a eso que se viene (y está ahí al lado) todo ese jaleo de las fiestas, los papánoeles, amigos invisibles, despedidas en repletos e intolerables boliches y otros desmanes regados de cantidades desmesuradas de caliboratos.
Así que la culpa de todo, además del conflicto de los bancarios, del frío inexplicable en la mitad de noviembre, de que no me saqué el 5 de Oro y no pegué ni un número, además…pero por sobre todo, la culpa la tiene “está maldita etapa del año en la que estamos”.
¡Bien por mí! Razoné en la línea de B., sacando conclusiones (inducción era, no? O deducción…yo que sé…no me demanden tanto, che, aflojen, y recuerden la etapa del año en la que estamos). Entendí todo…pero ahora estoy peor que antes de sólo pensar los 45 días que se vienen…en el laburo, en los estudios (por los pendientes...) y en la familia, ¡ni te cuento!
Bate su parche la Navidad y el Fin de Año…más estrés, más movida, más llamadas y más mensajes “detesto”, se viene el quién con quién y cómo pasa qué fiesta y aparece y protesta el que quiere estar pero no puede llegar, o el que puede llegar pero no quiere estar, o el que quiere comprar regalitos para todos pero no puede porque no se inspira, o no puede comprar regalitos porque cobra dos pesos de sueldo y se angustia y entonces yo compro el mío, el del otro, para que tengan todos…y siempre hay alguno que se queda solo y otro que está acompañado pero justo extraña al que no pudo venir…pero qué más da…es tradicional, hay que festejar y tá…ya estoy agotada…¡doblemente agotada! Y eso que todavía no estoy analizando el sustancial asunto de la comida para conformar a los que tienen colesterol, los que están a dieta, los que comen sin sal y los que son jodidos nomás porque sí, eso es material de otra nota…no me voy a abrumarcon el asunto ahora, total falta...¡falta un suspiro!
A mi amiga B., yo la adoro, no tengan dudas, halago y exalto su capacidad analítica, pero me cache en diez con su razonamiento lógico…estaba bajoneada yo, ahora me di vuelta cual panqueque y estoy al borde del abismo ! Bueno, siempre rescantando que todo es posible "with a litlle help of my friends"...igual, tranqui, que estaré al borde del abismo pero ni ahí doy el paso al frente como aquel que-te-je-di...¡Tá la próxima!
siga escribiendo amiga ! Yo disfrutando !
ResponderEliminarApoyo la moción de María Teresa, porque es el vo-o-to que el a-alma pronu-uncia, y de que disfrutemos por esta vez a pesar de tus pesares. En fin, me quedo pensando, capaz que personalmente, si me sincero, disfruto las fiestas findeañeras ¿?
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