Siempre inspiradora, Sor Juana…
Pasen por vos las edades/con pasos tan insensibles, que el aspecto los desmienta/ y el juicio los multiplique.
Sor Juana Inés de la Cruz
Me encantaron estos versos de Sor Juana que encontré en el blog de una amiga. No sé si aplican a mi persona, ojalá fuera cierto que se me ha multiplicado el juicio con el paso del tiempo: bienvenidas sean siempre cordura y sensatez.
En cuanto a lo del aspecto, ya me tiene más sin cuidado. Y además estas son otras épocas bien distintas a las de Sor Juana, cientos de distintos tratamientos de rejuvenicimiento y cirugías de todo tipo logran que si hay ganas, voluntad y dinerillo, los “aspectos” de más de una señora “desmienten” que dan gusto…
Lo cierto, amigos, es que pasaron por mí las edades. Por suerte.
El paso de las edades me ha colocado en este lugar y momento, a pocos días de recibir con los brazos abiertos y los abrazos cerrados a mi primera nieta, Julieta.
Una alegre ansiedad va in-crescendo, aunque no es constante. Por lo general, son los lunes el día que me ataco, me levanto y pienso “¿esta será la semana que nacerá Julieta?...después se me van amainando los síntomas de desasosiego, cuando me fortalezco en el deseo de que complete como debe ser, sus 40 semanas, en ese inmejorable y cálido mundo que es la panza de su mamá.
Mientras espero como se espera una fiesta largamente organizada el gran momento de la llegada de Julieta, por si fuera poco y para no salirme mucho de la temática, esta semana he ido a conocer al primo de Julieta, que será mi nieto, como cualquiera de ustedes pueden inferir.
Mi hija Valentina y mi yerno Mauricio me invitaron a ir con ellos al consultorio donde le hicieron una ecografía estructural a la panza de Valen, fantástico instrumento que hace posible ver lo inimaginable y que nos permitió saber que el bebé está muy bien y que es un varón. Se llamará Lucas. Y nacerá en enero Lucas, el primo de Julieta, el hijo de mi hija, mi segundo nieto y mi primer nieto varón.
Una magia ver y escuchar el latir de su corazón, verlo mover sus piernitas. Agitó una manito como saludando a la hinchada y dejó ver con claridad su sexo para no dejar dudas de ningún tipo.
Los tres salimos comentando y jurando que se dio una vuelta y nos miró de frente. Está todo grabado en un DVD que no nos deja mentir.
Volví muy feliz para la oficina, pensando en los próximos meses, en mis hijos, en mi yerno, en mi nuera, en mis nietos, en el futuro y en los momentos. “Te convido a creerme cuando digo futuro”, como dice la canción de Silvio…
Pasaron por mí los años, por suerte, y acá estoy para vivirlo y para contarlo. Julieta y Lucas van llegando y con ellos el impacto positivo que cambiará la vida de los que estamos cerca, que actualizará la lista de prioridades, que construirá nuevos lazos y vínculos que vaya a saber cómo serán y qué traerán de nuevo, en esta familia que es la misma y ya es otra porque la cambiarán ellos, como si tuvieran el poder de superhéroes esos dos “ratoncitos”… que se me antojan parecidos a las frutillas que van arriba de la torta, la completan y le cambian el gusto y la apariencia.
No hay sensación de repentino envejecimiento en mí, me gratifica este doble “abuelazgo” que se me viene y espero estos nacimientos como una gran aventura de aprendizaje.
Yo elegí ser mamá, pero no ser abuela, esto me lo han regalado.
Agradezco muchísimo el regalo, agradezco a la vida estar acá, que es donde quiero estar, con la misma loca ilusión que me cosquillea el estómago al abrir la primera página de un libro que esperé con ansia. Está todo por delante.
No sé si lo mejor está por venir pero este momento se parece mucho a lo que antes me imaginé cuando pensaba en que inevitablemente también pasarían por mí las edades…
Sor Juana Inés de la Cruz
Me encantaron estos versos de Sor Juana que encontré en el blog de una amiga. No sé si aplican a mi persona, ojalá fuera cierto que se me ha multiplicado el juicio con el paso del tiempo: bienvenidas sean siempre cordura y sensatez.
En cuanto a lo del aspecto, ya me tiene más sin cuidado. Y además estas son otras épocas bien distintas a las de Sor Juana, cientos de distintos tratamientos de rejuvenicimiento y cirugías de todo tipo logran que si hay ganas, voluntad y dinerillo, los “aspectos” de más de una señora “desmienten” que dan gusto…
Lo cierto, amigos, es que pasaron por mí las edades. Por suerte.
El paso de las edades me ha colocado en este lugar y momento, a pocos días de recibir con los brazos abiertos y los abrazos cerrados a mi primera nieta, Julieta.
Una alegre ansiedad va in-crescendo, aunque no es constante. Por lo general, son los lunes el día que me ataco, me levanto y pienso “¿esta será la semana que nacerá Julieta?...después se me van amainando los síntomas de desasosiego, cuando me fortalezco en el deseo de que complete como debe ser, sus 40 semanas, en ese inmejorable y cálido mundo que es la panza de su mamá.
Mientras espero como se espera una fiesta largamente organizada el gran momento de la llegada de Julieta, por si fuera poco y para no salirme mucho de la temática, esta semana he ido a conocer al primo de Julieta, que será mi nieto, como cualquiera de ustedes pueden inferir.
Mi hija Valentina y mi yerno Mauricio me invitaron a ir con ellos al consultorio donde le hicieron una ecografía estructural a la panza de Valen, fantástico instrumento que hace posible ver lo inimaginable y que nos permitió saber que el bebé está muy bien y que es un varón. Se llamará Lucas. Y nacerá en enero Lucas, el primo de Julieta, el hijo de mi hija, mi segundo nieto y mi primer nieto varón.
Una magia ver y escuchar el latir de su corazón, verlo mover sus piernitas. Agitó una manito como saludando a la hinchada y dejó ver con claridad su sexo para no dejar dudas de ningún tipo.
Los tres salimos comentando y jurando que se dio una vuelta y nos miró de frente. Está todo grabado en un DVD que no nos deja mentir.
Volví muy feliz para la oficina, pensando en los próximos meses, en mis hijos, en mi yerno, en mi nuera, en mis nietos, en el futuro y en los momentos. “Te convido a creerme cuando digo futuro”, como dice la canción de Silvio…
Pasaron por mí los años, por suerte, y acá estoy para vivirlo y para contarlo. Julieta y Lucas van llegando y con ellos el impacto positivo que cambiará la vida de los que estamos cerca, que actualizará la lista de prioridades, que construirá nuevos lazos y vínculos que vaya a saber cómo serán y qué traerán de nuevo, en esta familia que es la misma y ya es otra porque la cambiarán ellos, como si tuvieran el poder de superhéroes esos dos “ratoncitos”… que se me antojan parecidos a las frutillas que van arriba de la torta, la completan y le cambian el gusto y la apariencia.
No hay sensación de repentino envejecimiento en mí, me gratifica este doble “abuelazgo” que se me viene y espero estos nacimientos como una gran aventura de aprendizaje.
Yo elegí ser mamá, pero no ser abuela, esto me lo han regalado.
Agradezco muchísimo el regalo, agradezco a la vida estar acá, que es donde quiero estar, con la misma loca ilusión que me cosquillea el estómago al abrir la primera página de un libro que esperé con ansia. Está todo por delante.
No sé si lo mejor está por venir pero este momento se parece mucho a lo que antes me imaginé cuando pensaba en que inevitablemente también pasarían por mí las edades…
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