Arroz con leche
Creo que es la segunda vez en la vida que escribo por encargo de mi sobrino. Me tira línea y yo agarro viaje. Me desafía el tipo, con sus 24 añitos, ¡¡a mí que lo vi nacer y acuné en mis brazos!!…¡¡Él, que nació un día después de mi cumpleaños!! Recuerdo claramente que con su madre no sabíamos si comer torta o rajar para el Casmu, fue algo así, se los juro, bastante caótico…
Pasa que pasa el tiempo, los amores no pasan, de ninguna manera. Los amores se quedan por siempre jamás. Y agregále a esta introducción que yo soy medio Peter Pan, te imaginás de qué viene…
Viene de amores, o de amor, singularístico.
El amor está definido por cuanto poeta y escritor anduvo en los yira-yira de este mundo viejo y cansado…así que no voy a venir yo a decir algo que valga la pena leer. Ni ahí.
Pero tengo una opinión formada sobre el amor igualitario, que transciende al matrimonio igualitario mismo, a las normas y demás inventos de la gente de las cuales yo, por cierto, hice y hago caso omiso, viviendo en el más feliz de los concubinatos.
El amor se vive. Y el amor tiene sus derechos. Son las personas las que a veces intentan atentar contra esos derechos. El amor, en sí mismo, es una gloria compartida sin miramientos y en paridad absoluta. Linda palabra "paridad".
A mí por ejemplo, casarme me importa un pito. Pero claro, me importa un pito porque puedo conminar a Charly, cual si fuera Puglia yo y llevarlo a rastras hasta la calle Sarandí y decirle “nos casamos o vos ves, gordi”.
Pero no todo el mundo tiene ese derecho consagrado. Y a mí eso no me gusta. Me gusta que todos y todas iguales. Me gusta que todas y todos libres y en plenitud. Haciendo lo que quieren hacer y sobre todo, siendo quienes son. Ante todas las miradas, desprejuiciadamente.
Para algo habremos salido del paleolítico además de para inventar el plástico, digo yo, Cotugno… y perdoná el atrevimiento.
Si a vos no te gusta que dos hombres o dos mujeres se casen, vos tenés un problema.
Vos no te ponés en el lugar del otro o no te atrevés a pensar en aquello que dijo el Flaco, lo del albedrío, remeber? Mojigat@!
En suma, para ver si me dejo de divagar y establezco bien clara mi posición: yo al amor lo respeto en todas sus formas. Hombre y mujer, es como me gusta a mí, vale. Hombre y hombre, bien ahí. Mujer y mujer, vamoh arriba.
En cuanto a lo del matrimonio, por mí plin, ya dije cómo vivo.
Pero si hombre/hombre o mujer/mujer se quieren casar; el amor es el mismo y yo tomaré algunas precauciones, a saber:
Número uno: respetarlos y aplaudirlos. Por su más íntegra integridad.
Número dos: salir con ellos y ellas para apoyarlos en eso de defender sus derechos y por aquello de la plenitud.
Número tres: festejarles el amor porque es lo más relevante que le puede pasar a la gente.
Número cuatro: si me invitaran a la boda, sacar fotos. Muchas. Soy genéticamente exagerada.
Número cinco y última: “arroz con leche, me quiero casar”.
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