Hakuna matata
Suelto deseos en renglones para hacerles llegar a mis amigos. Deseos como gritos o como susurros. Renovación de afectos, amores y pasiones: alguna buena idea y bastante lugar común.
Que en 2013 los domingos no nos entristezcan, por el contrario que los podamos disfrutar en buena compañía o en soledad que no se parezca a angustia.
Que cuando llueva además de quejarnos por la mojadura pensemos en lo bien que le viene a la tierra, aunque sea la de nuestra única maceta.
Que cuando digamos “ahora mismo me estoy poniendo en el lugar del otro”, nos coloquemos allí mismo, en pensamiento y sentimiento -un minutito nomás- no es un ejercicio tan difícil y aunque nos cueste un sacudón, el sitio de la otredad nos hará entender un poco.
Que disfrutemos de lo que tenemos, de la comida, de la música, del arte todo, de nuestras casas chicas o grandes, de nuestro gran o mínimo bienestar, de nuestros niños, de nuestras mascotas y del verde que tengamos cerca aunque esté en el cantero de la avenida.
Que armemos proyectos, propios o compartidos, pero compartidos mejor porque se engrandecen por sí mismos con la visión de los compañeros.
Que critiquemos menos y que nos miremos más. Más profundo digo…antes de proferir.
Que nos alcance el tiempo para estar presente de alguna manera.
Que evoquemos, que añoremos, nosotros somos nuestra memoria y nuestros momentos todos y vos “ya sufriste cosas mejores que esta”.
Que descreamos de lo que está en la “tapa del libro” para volvernos creativos y positivamente cuestionadores.
Que brindemos hasta sin motivos y que si es con agua, sepamos disfrutar el brindis y darle la misma trascendencia porque conlleva compromiso.
Que no haya más restricción que el respeto mutuo.
Que derrochemos ganas por “transitiva”.
Que seamos tolerantes, que incluyamos, que nos comprometamos con nosotros mismos, con nuestras familias y si puede ser con todos, ¡grandioso!, que se nos ocurran cosas nuevas, locas y buenas –bendita inspiración-, que nos abracemos mucho, que soñemos con cosas lindas, que no dejemos de decir la verdad, que no tengamos miedo, que leamos libros, revistas o artículos en Internet, que sepamos enseñar con alegría lo poco que sabemos, que veamos muchas películas y obras de teatro, que paseemos y visitemos los lugares de siempre con otra mirada, que seamos un poco más grandes, un poco más libres, un poco más solidarios, un poco más sanos, un poco más felices. Que nos cuidemos más. Entre todos y entre todas. Entre “todus”, como dijo un amigo y valga el latinazgo.
¡Salud y chin chin!
P.D.: las ilustraciones maravillosas son de Norman Rockwell, un exquisito artista que conocí hoy, gracias a la publicación (que adoro) "Tiempo de crítica".
"Y cuando lo ví me enamoré" ♪♪... gracias a dios Internet y Google...
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