Un cuento con acuarelas
Me gustaría escribir un cuento para niños que hiciera música con matracas, tambores, chifles y panderetas. Un cuento loco que te haga reír hasta que te duela la panza, como cuando te hacen cosquillas, no dolor de panza del que da comer demasiada torta en un cumpleaños. Sería un cuento pegajoso como un chicle de frutilla. Un cuento crocante, como las papas fritas: crunchi crunchi. Un cuento que te haga abrir los ojos grandes y curiosos para leerlo con ganas. O capaz podría ser un cuento para leer con lentes, porqué no, cuatro ojos leen más que dos. Que tuviera olor a crema de vainilla con merengue y chispitas de chocolate. O bien podría tener el olor de la merienda: con la leche, las galletitas y el pan con manteca arriba de la mesa, que también es fantástico. Un cuento que fuera fresco y verde como el pasto del parque recién cortado. O transparente mejor: así cada uno lo puede llenar con las letras de las historias que más le gustan. Me gustaría que fuera redo...