De regreso
Hace unos días, escribió Camilo, mi hijo, unas letras sobre mi persona que decían que soy “también hija cultural de la Buenos Aires cosmopolita de siempre. Esa que desenfunda provocación”…cuánta razón tiene. Este último fin de semana estuve de nuevo por allá y pensando en lo feliz que me sentía de golpe me acordé de las palabras de Camilo. Estoy tan unida desde siempre a esa ciudad, voy desde hace tanto tiempo que hasta me acuerdo cuando Marcelo T. de Alvear se llamaba Charcas y Juan Domingo Perón era Cangallo. Adoro caminar por las calles mientras me doy ánimo y me digo que no estoy tan cansada y que no necesito colectivos ni subtes, porque Buenos Aires es para caminarla y tener la cámara cerca. Me gusta esa especie de descontrol que tiene, esa sensación de que todo el mundo está de paso. Me acostumbro en medio hora a la neurosis del entorno, al apuro, a la multitud. “ Y Buenos Aires es un bicho que camina, ensortijado entre los sueños y la confusión ”. Sí que lo es. ...