Ni conejos ni palomas

En la tarde del día de ayer, en el Batallón 14, a escasos 20 metros de donde fueron hallados en el mes de octubre pasado los restos del Maestro Julio Castro el equipo de antropólogos que lidera López Mazz halló otro esqueleto humano. No puede determinarse a simple vista si es de un hombre o de una mujer, tampoco la edad que tenía al ser asesinado. Son costillas, parte de una mano y una caja torácica que se manifiestan de entre los terrones de tierra removida. Recubiertos de cal los restos, igual que los de Castro.

No demoraron los medios en hacerse presentes. No demoramos nosotros en agarrarnos de la radio, de la tele o de lo que estaba más a mano, estremecidos otra vez. No demoraron tampoco los voceros del Foro Libertad y Concordia en realizar declaraciones. Las escuché en la radio esta mañana y busqué la noticia en la red, para citarla. Dicen, entre otras cosas, esto: “…cada vez que se avecina una fecha complicada en materia de derechos humanos los antropólogos hacen surgir restos como "de una galera" a fin de manipular la opinión pública”.

Y en algo estoy de acuerdo con esto que dicen. López Mazz y su equipo además de científicos, parecen tener algo de nigromantes. Porque además de técnicas, conocimiento e instrumental, seguramente son portadores de una sensibilidad especial o tienen una intuición que algo les aporta.

Los magos sacan conejos o palomas de sus galeras para hacer pasar un momento divertido a sus espectadores. Los antropólogos se dedican a otra cosa, no tienen intención de hacernos reír y no creo que hayan estudiado en Hoghwarts, no. Los magos son ilusionistas. Los antropólogos no. Se la pasan enfrentándonos a la realidad y saben que los desaparecidos nos faltan a todas y todos los uruguayos. Trabajan para eso, para encontrarlos, para hacernos tomar conciencia, para que una vez que aparecen restos, se sepa a quién pertenecían, para que una familia pueda cerrar un duelo inconmesurable. Y también para que se investigue y la justicia haga su trabajo. Algo de mágico tiene...

Ya el gobierno les respondió a estos señores, pero yo quiero responderles también, que la tierra removida, el pozo, no es galera. Oscuro y profundo sí, pero bien distinto. Que los restos de las personas, los huesitos, no son conejos.

Pero que López Mazz es mago, eso sí, y que los huesitos pueden quizás, hasta parecerse a las palomas, por qué no pensarlo así.

Son raras coincidencias…pero claro, las coincidencias o las casualidades no existen, o por lo menos, yo creo que no.



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