VERSUS (o despertando la polémica)

Twitter anda volando. Vertwiginoso.
En mi humildísima opinión, sobre todo vuelan las estwipideces.
Facebook, en cambio,  permite publicar estupideces que se amontonan en el Inicio y una puede pasarlas por alto sin más y como diciendo “esto no es para mí”, mientras arrastra el mouse, o el dedo (en la laptop) hasta encontrar alguna publicación en la que merezca la pena detenerse y leer. La tendinitis que se genera, va de suyo. Los fisiterapeutas, de parabienes.
Twitter es por lo general una twitterapia. O yo le erré a la hora de elegir a quiénes seguir. Pero como figuras públicas, las seleccioné esperando otra cosa que descargas del tipo “muro de los lamentos”.  Se twitteralteran y se twitteralternan, pero no me dejan un solo concepto que valga la pena. Como los "twitter140caracteres" no les alcanzan, ni a ellos ni a nadie, twittervinculan algo que por lo general, leo por arriba esperando llegar a la panacea (he obtenido como un talento en esto de leer en diagonales) y la mayoría de las veces, no me enganchan ni con anzuelo.  Twittergiversan las situaciones mientras cuentan con twittertulios que les dan para adelante. Es como una especie de mundillo de personas con similares caractwitteres(es). O sos así, o te perdés. Te twitterperdés twitterdesmedidamente.
Facebook es menos ambicioso, humilde Facebook. Nadie piensa en Facebook, desde el lugar de usuario, que inventó nada comentando ni compartiendo.  Ya saben los feisbuqueros que sus publicaciones estaban en la página on line de los diarios o en Youtube. Comparten por si no sabían, se bancan los comentarios porque son gente de bien. Sin embargo, los twittertulios se jactan de haber inventado una twitteratura y se la creen. Genios postmodernos. Los protege la intertwitteralidad. Conforman un movimiento twitterario o twitteriano, si preferís, qué más da. Extwitteriorizan lo poco que pueden, acotados a los 140 de marras y se creen libres porque se twittertutean y no tienen twittertutores.
Está visto, en tierra de tweeteros, todos son reyes.
Ya hace mil años “Los chunguitos” dijeron que “Me quedo contigo”. Yo reafirmo: me quedo contigo, Facebook. Modestamente. Nos entendemos más fácil y no hay límites de caracteres. No nos creemos pioneros. Somos buenos comunicadores y no escatimamos letras a la hora de explicar nuestras opiniones. Si por mí te despertaste...olvidáte, Twitter, no existís, salí volando con tu pajarito azul. En épocas donde "the wall" es "so important", vos no tenés. Yo además preciso "mi wall" para poner las fotos de mi nieto y recibir las alabanzas de su belleza de parte de mis amigas y amigos. Tenemos defectos, claro. Pero de última, pasear demasiado tiempo por el Inicio buscando algo original o novedoso, tiene un único riesgo: tendinitis. Que no es lo mismo que una twittertendinitis, para la cual, como se sabe, no hay analgésico ni antwídoto. Touché.


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