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EL ENCANTO DE PEDIR

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Papá Noel, dos puntos, todo el mundo pide y pide y yo en este letargo acostumbrado ni dos líneas te he garabateado con solicitudes. No fue de buena, más bien de distraída. Cosas tengo de todo tipo, tamaño y color. Los gustos me los doy bastante seguido, o sea, a diario. Y si yo no me acordé de dármelos, alguien anda en la vuelta pensando en mis deseos, hija única consumada. Así que no gastes tus recursos limitados en mí. Eso sí, como vos la jugás de celebrity o casi de divinidad y ya que andás en la vuelta dándole bola a cualquier palurdo que pide una afeitadora o un celular “ touch screen” , podrías quizás, digo yo, maybe … cumplirme algunos “intangibles”. Punto y aparte. Se te agradecería gestionar que HBO vuelva a dar “Curb your enthusiasm”  (y te lo pongo en inglés porque lo dominás y porque nunca los de HBO se ocuparon de traducir el título y yo laburo de otra cosa). No hay nada igual en este mundo cruel que un rato con Larry David. Siguiendo con el asunto de HBO

Sssshhhh: ¡bebé pensando!

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El espacio me va quedando chico, en honor a la verdad, me siento bastante comprimido. Me aburro un poco: además de chuparme el dedo y patear para todos los costados, no tengo mucho para hacer.  Me duermo, me despierto, la oigo a mi mamá…disfruto de sus mimos y me río cuando la escucho quejarse de mis patadas, ja, pobre…no es que no la considere, pero como ya dije, este lugar se está achicando a diario y yo me acomodo como puedo, a veces, hay que ser brusco. O quizás no es el lugar, soy yo, que engordo. Y bueno, ya me pondré a dieta para el verano del 2013, si acaso luzco muy  pochito  para la playa… Este asunto de nacer no es sencillo, se los digo yo, que a falta de otro entretenimiento me la paso pensado. No sé si apurar el trámite o bancarme este apretuje, no llego a decidirme. Acá lo paso bien, salvo por el hipo que a veces me agarra y es bien molesto, no tengo quejas: como decentemente, no paso frío ni calor y nadie me dice lo que tengo qué hacer. Soy tan independiente co

HECHA DE "MADERITAS"

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Cuando era chica, con una maderitas, armaba un castillo medioeval que  te-la -voglio-dire .  Con o sin princesa…siempre con puente. Siempre con cocodrilos en un foso y con caballos de crines al viento. Las maderitas quietas, la imaginación al vuelo. Construyendo historias. Hoy - que estoy más que grande -  me conseguí otras maderitas para seguir soñando. Conocí gentes que son “maderitas” porque ni bien se juntan o se amuchan, se ponen a inventar edificios, se dejan ver en sus cimientos y también en su todo, les da por compartir pensamientos y decir cosas de sí mismos. Se apilan, en lo alto o en lo ancho y ponen empeño en construir futuros que luego, te dejan mirar. Sana y solidariamente. Se arman sus propias historias y te dejan integrarlas. Te dejan tocarlas, mirarlas, conocerlas en su madera y en su integridad, que es de otro palo no muy distinto al propio. Una maderita, otra maderita… una distinta que encastra o da soporte a las otras, otra igual que se suma y completa un pl

Y me señalan con el dedo...

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Sobre fin de año, las cosas se complican para todos y sobre el punto no hay discusión. Pero yo tengo que dar la nota, no puedo pasar desapercibida, no, no. No me alcanza con las complicaciones normales que conllevan los compromisos laborales, sociales, las fiestas y "jingle bells", los regalos, el calor, el cansancio.   Este año - de nuevo - insistí en el intento de no preocuparme y dedicarme a mi rutina, que empieza cada mañana - desde hace unos veinte días - yendo a la Plaza Líber Seregni a moverme un poco en los fantásticos aparatos que se han instalado para uso del vecindario. Me encanta ir, aunque llego al final de la jornada hecha carozo porque después ya me voy a la oficina y sigue el recorrido “ correquetecorre ” hasta la tardecita que vuelvo a casa.  Pero todo sea por mover un poco el esqueleto y estirar los ligamentos que me han quedado como apelmazados después del incidente con el perro y el esguince. Así arranqué el lunes y para variar, se me hizo tarde,

Maestro

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El zapato encontró contexto. El zapato anduvo por caminos rurales y calles ciudadanas, entre escuelas, chiquilines, libros, la redacción del Semanario “Marcha”, reuniones gremiales, lecturas, más lecturas, más libros, cuadernos, tizas y garabatos. Fue comprometido el contexto del zapato - gastado y calladito - que nos quedó prendido en la retina y el corazón. Caminó firme y responsable como quien lo calzaba. Preocupado su dueño por la gente, por los niños y la educación, por los compañeros, por la vida. Con la reflexión y el empeño puestos siempre en renovar, en incluir a todos, como buen militante: constructor de vida y de futuro. Hoy nos enteramos que son tus huesos, querido Julio Castro, y nos conmocionamos como si no hubiéramos pensando en esa posibilidad. Muchos de tus lectores, tus compañeros, tus alumnos, estamos estremecidos. Habrá otros preguntándose cómo puede ser que el ocultamiento durante 34 años no fuera suficiente, que se sepa de tu ases

Soy insumisa

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Terminada la marcha de otro 25 de noviembre (día elegido para manifestarse o expresarse contra la violencia doméstica), y con mi rodilla inflada como un globo, me tomé un taxi para volver a casa. Conversador el tachero. -          Venís de la marcha esa, la de las mujeres todas de negro, no? -          Si, vengo… -          Ah, qué bueno, se ve que estuvo bárbara…tantas mujeres, los carteles, las velas, algo vi yo…qué bien… -          Si, me parece que estuvo buena…viste que cuando estás adentro de las marchas no te das bien la idea de cuánta gente hay… -          Mucha gente por lo que yo vi. Muchas mujeres…pobres, qué horrible, no? Y por qué fuiste vos? Estás con problemas…(tono desolado) -          No, no. Problemas tengo sí, pero de esos, de violencia doméstica, digo, de esos no tengo ni he tenido... -          Y entonces por qué? En el entorno tenés de esos problemas? -          No, tampoco. Porque sí fui. Porque me importa nomás lo que les pasa a otras mujeres. Po

Una aclaración

Esto que "pego" aquí lo acabo de poner en mi muro de Facebook, red social de la que participo todos los días de mi vida. Tengo muchos amigos y amigas (tuve muchos más pero después fui seleccionando con algún criterio que ya olvidé). Twitter tengo pero casi no lo uso. Y luego está este espacio, este blog, en el que no se "interactúa" tanto ni tan seguido, pero por alguna extraña razòn, tiene bastante tránsito. Más tránsito en otros paìses, por ejemplo México - que lleva la total delantera - que en el mío, así que quizás a algunos visitantes les parecerá extraño lo que van a leer a continuación, pero remitiéndose a la nota anterior ("Palos") se van a dar una idea. Me pareció apropiado compartir este comentario aquí, con aquellos que quizás sólo me conocen desde este blog. También son mis amigos, a estas alturas, así que aquí va: Me apena y afecta leer en las "Noticias" de Facebook y en algunos “grupos” opiniones cargadas de algarabía por la decis

PALOS

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Es fácil acá sentada en mi escritorio, con tiempo suficiente porque estoy de licencia médica y una taza de té de limón al lado; escribir sobre las noticias de hoy. Opinar y hasta juzgar. Porque juzgar (dice la RAE) también es “formar opinión sobre algo o alguien”, no es sólo dictar sentencia. Tengo tiempo y ganas de escribir mi opinión con respecto a este asunto de los chiquilines que mataron a palos a una perra. El video no lo vi ni quiero. Con la crónica me alcanza, si veo las imágenes, sueño una semana. Es una atrocidad. Es la violencia por la violencia misma, no me vengan con la historia de que la perra los había mordido tiempo atrás. Si así hubiera sido y la perra era tan brava, difícil lograr meterle la cabeza en una bolsa de plástico sin antes tenerla anestesiada. Eso es mentira. Repudio el hecho. La apalearon porque sí o por diversión o porque los animales no les mueven ni un pelo o porque no conocen la consideración por otros seres, qué se yo. Horrible por donde se lo v
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Número 100 Fuera de concurso que estoy de la vida agitada, por motivos de rodilla izquierda hecha paté de foi - como ya todos saben - me dispongo a escribir mi relato número 100. No es que yo lleve la cuenta, innata desordenada; pero hoy entré a mi blog (el original y primario) y como estos señores de Blogspot son gente organizada, reparé en el detalle que el último publicado, era el número 99. Y entonces decidí escribir el 100, como si fuera el cumpleaños, como si importara algo el número… 100 son muchos relatos, son muchas palabras puestas a disposición y es mucha exposición, eso es seguro. Sobre todo cuando se escribe sobre sí misma o sobre propias opiniones. Hay que ser audaz y hay que saber bancársela también. Muchos son los comentarios recibidos, algunos los guardo como tesoros y quizás haga el esfuerzo de recopilarlos algún día, sólo para tenerlos ordenados y no perderlos por nada del mundo: en los blogs, Facebook y algunas páginas de la web por donde andan los relato

¡ESTÁTEQUIETA!

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Insolente. Invasivo. Depredador. Loco de m... Tranquilos nosotros un domingo de tarde en el frente de la casa de mi hijo Camilo y zás, al perro del vecino de enfrente, tremendo bicho que debe rondar los 50 kilos en su cuerpito gentil, se le da por venirse a pelear con Indio, que es el perro de Camilo, que es divino, buenazo, pero no es boludo y no se va a andar dejando avasallar en su propio territorio porque el otro es gigante y la juega de guapo. Yo, nada…mirando y gritando “Indio, Indiooo”, o sea, nada…nunca me metí más que en lo verbal y tampoco fue una cosa que “uf qué loca lo que dije”. Corrida para acá y para allá y el gigantón me lleva puesta, me tira (¿me tira? la verdad que no me acuerdo, Camilo se debe acordar…) y yo grito del dolor en la pierna izquierda. Grito como desquiciada, fuera de control. Mi hijo, mi nuera y mi vieja me socorren y no saben qué hacer. Mi nieta Julieta, nunca dio cuenta del escandelete de ladridos y gritos, tiene una paz esa niña. Yo puteo en ar

UN ZAPATO

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Modestos los zapatos que pintó Van Gogh, rústicos. Gastados por el uso. Zapatos agotados, de fatiga extrema. Se asocian al trancurrir incansable; lucen así porque no pararon de andar y de llevar a alguien dentro que caminó, corrió, saltó, se estiró, se agachó, trabajó, hizo muchas cosas con ellos en sus pies. Las huellas del uso están a la vista. No hay contexto en la obra de Van Gogh que nos diga por qué caminos anduvieron, si fue campo o fue ciudad, si fue invierno o fueron “cuatro-estaciones”, por únicos.  El contexto le daría un sentido particular, un significado, eso opinan los que saben de arte. Sin embargo, Van Gogh los dejó solos en la tela, expuestos, para que el contexto lo pongamos nosotros. No hay tanto para analizar, creo yo modestamente, como le ha parecido a la crítica del arte. Son imagen. Remiten a la vida que tuvieron, y al desgaste que siempre sobreviene a la muerte cuando es natural. Zapatos que remiten zapato. O al revés, que más da. Zapato que

Break-it-all!

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Una amiga de Facebook y de la vida anotó ayer en el muro de la red : “ hay gente que rompe las pelotas…día tras día ”. Me hizo acordar que tiene toda la razón. Sólo que a mí no se me ocurrió dejarlo dicho en el enigmático “qué estás pensando” que inventó don Zucker, como para hacer una toma de conciencia generalizada y de paso expulsar lejos las malas ondas de los susodichos. Yo me pregunto cómo hacen esos tipos para inventar todos los días algo para romperle las pelotas a la humanidad. Cómo renuevan el discurso. Es admirable la capacidad de apropiación de temas rompehuevísticos que tienen. Son audaces en la multidisciplina de la inconformidad. Construyen futuro a partir de las ruinas de la rompehuevez de ayer, construyen ciudadanía sacando de quicio al prójimo, o sea el prójimo sufriente se quiere construir otra ciudad, bien lejos, para mudarse y terminar con el martirio de fumárselos, día tras día…qué bárbaro che. Ellos siempre con el topic en la punta de la lengua…yo colgad

Personales eco del Bicentenario

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Que si valió la pena el festejo o no. Que si se gastó mucho o poco. Que cómo se eligió la grilla de artistas y por qué. Que por qué no estaban las murgas. Qué sé yo…ni pienso entrar en disquisiciones. No es la idea discutir ni justificar ni nada. Hoy miércoles 12 de octubre, con el ánimo un poco más sosegado y habiendo dormido lo suficiente, les voy a contar lo que a mí me pasó el 10. Ecos del Bicentenario desde mi claudi@sidad, ja. Madrugamos, como cualquier día. Acompañé a Charly a la tertulia de “En perspectiva” en “Café Tribunales”. Estuvo bárbara, amena charla en un lindo entorno. Me encontré con amigos, tomé mate y salí corriendo - buscando zafar de la zona de exclusión del Centro - porque Valentina me llamó para que la acompañara al SEMM porque estaba muy dolorida de la espalda. Ay…dije yo, por la espalda de Valentina - que está embarazada de 6 meses y no puede mandarse un Ketofen como hago yo - y por mí…que vengo solicitando a todos y todas los que me rodean que tengan a

MUCHO PARA CONTAR Y SIN TÍTULO CAPÍTULO II

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El edificio donde vivía estaba - y aún está 40 años después- a pocos metros de un gran supermercado. Así que el entorno contaba diariamente con el ruido de la movida casi cèntrica de la ciudad más el rugir de los camiones que descargaban mercaderías y el “tracatraca” de los carritos de los consumidores que iban y venían. Tiene sus desventajas ser niña y criarse en medio de la city. Por ejemplo, es casi imposible jugar con otros niños y niñas en la vereda. Una se cría casi sola en términos de infantes. O andar en bicicleta. Impensable: es peligroso, está el tránsito, la vereda angosta, la gente que no para de moverse. Cero posibilidades. Así que aunque tuve todo lo que se me antojó desde mi condición de niña mal criada, nunca tuve bicicleta. Pueden ustedes inferir sin demasiado esfuerzo que no sé andar en bicicleta. Realicé intentos esporádicos: en cortas vacaciones en algún balneario distendido, en el barrio de mi abuela que era un remanso al lado del mio; o cuando estaba de
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(INTENTO DE NOVELA EN CAPÍTULOS) Mucho para contar y sin tìtulo Capítulo I Soy una ex niña de apartamento. Hoy sigo por el mismo camino y soy una señora grande, de apartamento. Me críe en un pequeño apartamento con living-comedor cómodo, pasillo, cocina, más pasillo, dormitorio, pasillo y baño. Interno, con ventanas en todos los ambientes hacia un pozo de aire. Segundo piso por ascensor o escalera, según el día, la hora o el cansancio de los que llegábamos. Chiquito pero lindo apartamento. Funcional. Poco apropiado para vivir con niños, opino ahora, viéndolo desde la distancia del tiempo que ya pasó. Fui una niña sin cuarto propio. Los juguetes – muchos como los de cualquier hija y nieta única – se amontonaban bien dispuestos en unas largas estanterías, prolijas y de buen diseño, que moraban en el largo pasillo. El cielo de mi infancia es un paralelograma., resultado de mirar por la ventana del living o del dormitorio, hacia arriba. Cuadrilongo, de ángulos rectos, acotado

La cultura de la queja

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Llegué al límite máximo del cansancio y el aburrimiento. Estoy harta y saturada de las quejas y los quejosos que me rodean. Quejas en voz alta y con mayúsculas (reclamos). Quejas en voz baja (casi lamentos). Quejas llorosas y con gemidos (melindres). Protestas, críticas y desconformidades dichas y vueltas a decir. En todo momento; en las cuatro comidas y hasta en el ayuno. Instalados en la queja. Como enraizados. Hay buenos motivos para quejarse en la vida y también hay seres que claman y gimotean de puro vicio buscando siempre la quinta pata del pobre gato. ¿Recurso para llamar la atención? Será...Detestable y agotadora actitud, para mí. Es de esos de los que hablo. Entiéndase sin embargo, que para escribir estos descargos, me encuentro como en zona de tránsito, porque no me queda otra que quejarme de los que se quejan. Es la forma que encontré de conjurarlos, qué le vas a hacer… Me quejo de la miríada de uruguayos que me rodean a los que nada, pero absolutamente na
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JULIETA EN PRIMAVERA El jueves 22 nació Julieta. Al mediodía nació, con el sol brillando alto y un fuerte viento primaveral. Es muy bella. Me permito describirla sin ninguna objetividad, o sea, como se debe: chiquita, menuda, cabecita de manzana por la redondez y por lo rozagante, pelito oscuro, carita de paz, ojitos curiosos, nariz de botón. Tibieza de pan. Bella, delicada y vital. Se parece mucho a sí misma, aunque tiene la ñata de la mami, y la misma piel creo…y los dedos de los pies del papá. Del papá Camilo, que hoy 26 de setiembre, hace 28 años que nació, en el mismo sanatorio que la bella Julieta. Pasa que pasa el tiempo, rueda que rueda y gira, a veces lento y a veces a los apurones, gira, pasa, rueda y no para y hoy mi hijo cumple sus 28 y disfruta desenvuelto de su paternidad estrenada cuatro días atrás. Saben que me pasó algo muy curioso. Estábamos esperando el anuncio del nacimiento en una sala de espera, con la abuela Bea y Federico, que es una persona encantado
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MEDIAS TINTAS (Probando nuevas formas, esto salió hoy de tarde, "a cuatro manos"...Miguel Márquez y Claudia Olivera) Todos ponemos la vida en blanco y negro, en arriba y en abajo, en principios y finales, en felicidad y en desdicha. Con más punto y aparte que punto y seguido. Sin embargo casi todos somos grises y pertenecientes al medio de todas las cosas. Somos gris: cómoda zona de tránsito que nos protege. No soy negro, aunque el censo haya dicho “afroamericanodescendiente" (de corrido y sin respirar). No soy blanco, como Aparicio ni como hueso de bagual. No tengo rulos, ni el pelo lacio. Ni flaco, ni gordo; ni lindo, ni feo; ni bajo, ni alto; ni pobre, ni rico; ni culto, ni analfabeto. Del medio. Soy del medio, me gustan las medias tintas, tomarme un medio y medio y calzarme medias de distinto color en cada pie si se me antoja. No me ofende ni disgusta el vaivén de ser del medio. El gris del medio me avala en la ambivalencia. Sostengo con c

Siempre inspiradora, Sor Juana…

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Pasen por vos las edades/con pasos tan insensibles, que el aspecto los desmienta/ y el juicio los multiplique. Sor Juana Inés de la Cruz Me encantaron estos versos de Sor Juana que encontré en el blog de una amiga. No sé si aplican a mi persona, ojalá fuera cierto que se me ha multiplicado el juicio con el paso del tiempo: bienvenidas sean siempre cordura y sensatez. En cuanto a lo del aspecto, ya me tiene más sin cuidado. Y además estas son otras épocas bien distintas a las de Sor Juana, cientos de distintos tratamientos de rejuvenicimiento y cirugías de todo tipo logran que si hay ganas, voluntad y dinerillo, los “aspectos” de más de una señora “desmienten” que dan gusto… Lo cierto, amigos, es que pasaron por mí las edades. Por suerte. El paso de las edades me ha colocado en este lugar y momento, a pocos días de recibir con los brazos abiertos y los abrazos cerrados a mi primera nieta, Julieta. Una alegre ansiedad va in-crescendo, aunque no es constante. Por lo general, s

ROJO VERGÜENZA

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Ni composiciones sobre narrativa, ni haikus, ni crónicas de humor, ni el valor de la palabra, ni sentimientos literarios, ni anécdotas, ni nada.Me ganó la realidad. Me ganó la ira. Y la ira tiene color, para mí que es roja. Yo estoy roja, y eso que de por sí soy pálida y no puedo prescindir cada mañana de mi colorete. Me venía controlando y diciéndome…”que no, que no, dejá pasar, es muy grueso esto”. No pude. No puedo quedarme calladita ni mirar para el costado y hablar del Día del Centro o de las desubicadas sandalias de colores que llenan las vidrieras mientras yo estoy a 20 centímetros de la estufa. Este mismo país tuyo y mío que hace un mes nos llenaba de orgullo cuando se consagró campeón de la Copa América, este pedacito de territorio que estaba en todas las noticias del mundo y era ejemplo de humildad y trabajo en equipo, hoy vuelve a estar en las primeras planas. Pero como “la fama es puro cuento“ hoy no se trata de glorias o triunfos sino de la vergüenza que paten
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¿PARA QUÉ? No me gustan las estructuras, a mí lo que me gusta es  poner en palabras los pensamientos  y no tener límites. Me gusta intentar las palabras que surgen de la nada o buscar con esfuerzo en mi cabeza para delinear y luego diseñar un pensamiento. Tengo una libretita que me libera de los olvidos, debo reconocer… Me gusta mucho (y  siempre) encontrar algo que decir, seguramente no todas las veces logro el interés de los otros. A veces se me hace difícil transmitir. Sobre todo cuando una no sabe a quién se está dirigiendo. Pero cuando me olvido de ese detalle y dejo de preocuparme, escribo. Escribo porque ando, porque siento, porque existo. Escribo para construir, para acercarme a otros, para experimentar, para poner en entredicho y para continuar.  Para despertar sentires y agitar corazones apasionados. Escribo porque observo, porque estoy acá para eso, porque juego, porque me río o lloro y porque vivo. También escribo para dejar huella, porque es parte de est