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Mostrando entradas de julio, 2011
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Efecto manicomio 7.30 a.m. y se prende la tele. Aparece Larrañaga, en una arenga movilizadora de impecable dicción, felicitando al Ejecutivo por los acertados cambios en el Ministerio de Economía. Encantado el tipo, destaca el espíritu unitario y la voluntad fraterna del partido de gobierno. “Si vos decís”… Otra noticia: el domingo algunos inadaptados que no son los de siempre sino que son otros, se encargaron de romper buena parte del Estadio Centenario mientras festejaban. Pero como son otros, piden disculpas, se ofrecen a arreglarlo sin costo alguno y están pidiendo permiso para empezar las obras. Los materiales los pagarán ellos con una colecta que previamente realizarán, batiendo alcancías por las calles de Montevideo…alcancías, éstas, a las que les parecerá mentira las cosas que ven... “’Toy quedando chota del todo”, dije, y me levanté en un arranque. Le dije “buen día” al perro con una simpática y prominente patada. “Qué frío que hace, loparió” fue lo segundo que dije…

EL DÍA DESPUÉS

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No hay muchas cosas celestes en la vuelta, ponéte a pensar. Está el cielo y algunos mares, claro. Hay telas, muchas, que confeccionan prendas de todo tipo, muchas; hay bolsas de nylon de calidad despreciable en algunos minimercados; hay garrafas de 13 kilos, más bien pocas, hay paredes en algunas casas, cada vez menos; hay ropas de bebé pero ahora se usan más los colores vivos; hay cotillón pero eso no cuenta porque fue hecho a medida del acontecimiento, antes no abundaba tanto; lo mismo con los Ricarditos, pero fueron rediseñados así que no vale tampoco…¿y qué más hay celeste por naturaleza? No mucho…digo yo. Ah sí, cierto, está el pajarito de Twitter y la Fundación Celeste. Pero en el mapamundi, por si algún distraído aún no se percató, hay un país entero que es celeste. Tamaño XS, ciertamente, con poca gente; pero status de país tiene. Y de país futbolero. Hay locura celeste en ese mismo país. Y por un rato, a la gente de acá, del país celeste, se le olvidan un poco todas
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PITUFEANDO... Y buéh…acá estoy, en ambiente minimalista, escribiendo en un bloc y haciendo equilibrio sobre un libro gordote, en la cama y dele prender y apagar el calienta-cama, a demanda. ‘Ta lindo, aunque no es lo mismo. Tiene de bueno que da por tierra con aquello de que “pienso con los dedos sobre el teclado” y me alienta saber que aún en una isla, si tengo un cuadernito y una bic, algún garabato saldrá. También necesitaría una botella para hacer llegar el escrito a algún alma caritativa que tuviera a bien tipearlo y subirlo a la red…así que ya ven, lo imposible cuesta más, pero se puede. Siempre se puede. Como este asunto de la Celeste y la Copa América que a todos nos convoca y que viene ocupando las 2/3 partes de nuestros pensamientos. ¡Qué campañún vienen haciendo! Quién lo diría…estamos a un pasito nomás de cantar “we are the champions” como Freddy. ¡Así que jugaremos contra los guaraníes! Que llegaron hasta acá sin ganar ni un partido…qué volteretas raras, che. Yo h

TRANSVERSAL

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Claro, ¡creo que entendí! “ Hay que andarse de puntillas, por no romper el hechizo ”, ¡eso!  Si tenés una alegría, apretála en tu corazón y ponéla a durar. También podés dejarla salir un poco y humildemente, para que todos los que te quieren la compartan, pero no hagas muchas olas… suelen ser tan envolventes y a la vez tan impulsivas,  que terminan dejando las cosas tiradas en cualquier lado. Terminan desarmándolo todo. Y no es cuestión de andar desarmando las alegrías. No ha lugar. Una vez que aparecieron las alegrías, que se instalen pues. Y en lo posible, que hagan huella, con perfil bajo, pero que dejen marca de valor. ¡Que transversalicen!. ¡Qué palabra! Sí, es nueva…posmo, totalmente de acuerdo.  “Transversal: que se extiende atravesado de un lado a otro”.  Entonces, el verbo que también es nuevo, sí, posmo, si; digo yo que viene a ser que las cosas se extiendan atravesando otras cosas, de un lado a otro lado y a todos los lados. ¡Que se transversalicen las alegr
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DÍAS DE RADIO La cosa fue así. Primero tengo que aclarar que mi madre y mi marido son ambos fanáticos de la radio. Yo también soy buena y rutinaria oyente, pero no tanto como estos dos. Hace un tiempito a mi mamá se le rompió su radio preferida, chica, como para escuchar en la cama pegada a la oreja porque a ella no le gustan los auriculares. Me dijo: “llevátela, a ver si Charly que se da maña para todo, la puede arreglar. Si la arregla que se la quede, yo ya me compré otra”. El susodicho no pudo, a pesar de sus diligentes esfuerzos. Ahí quedó tirada adentro de un cajón con otras inutilidades que solemos amuchar. Hace unos días la encontré y le dije: “che Charly, esta la tiro, no?”…”No, no la tires, me da cosa”, dice él…”pero si no anda, mijo” digo yo…”A ver…pruebo de nuevo”. Le pone pilas nuevas y zácate, empieza a andar como si nada. Chocho Charly. La dejó prendida como tres horas para probar y ni un problema dio el aparatito. Entonces dijo: “¡ahora no se la vayas a llevar
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Bajo cero Tan frío y tan temprano era. Empañada la ventana y yo también. Siempre es extraño despertar en otro hogar. Perpleja de frío me acerqué al vidrio helado e hice un huequito con la manga del saco para mirar qué pasaba afuera. Todo gris de plata parecía. Puro brillo. Relucía el pasto, como recién niquelado. Todo tan quieto y fulgurante. Apuré mate y saludos para no perder el instante. - Cierto que acá el frío es doloroso- pensé al salir- pero este bajo cero plateado, no se me olvidará jamás. Acomodándome los guantes, caminé rapidito mirando mucho el lugar y poco dónde pisaba. Intenté alguna foto que no reveló el misterio de aquel verderío que parecía enjoyado, un exceso de brillantes y diamantes, como algunas señoras en sus paquetas fiestas. Pensé en los cientos de insectos moradores de aquellas plantas, buscando refugio atrás de alguna hojita que acaso todavía estaba seca y esperando con anhelo la salida del sol y un poco de calor que se iba a hacer d
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Ilusos buscadores Quiero hoy y aquí hablar de las ferias y de lo que para mí representan. Yo soy “feriera” de alma… y por suerte Charly es peor. Simbióticos, en ese aspecto. Así como otras pasiones, esta la compartimos con devoción. Nos gustan todas las ferias: la del barrio los domingos (que por suerte desde hace un año empieza a 4 metros de la puerta de casa), la de Tristán Narvaja, la de la Teja, la de Parque Rodó o la de Villa Biarritz, cualquiera y todas al mismo tiempo. Difícil que alguno de los dos suelte, un sábado de mañana: “quiero ir a la feria de Nicaragua” y que el otro no diga: “ah, bueno, voy contigo”. Si se trata de ir a una feria, a mí sólo me detiene una jaqueca. A Charly, nada, porque siempre está bien. No somos exigentes, nos pinta ir a cualquiera. La que sólo tiene frutas y verduras. Las que tienen bellas artesanías y mejores ropas. Las de libros. Las de antigüedades. Y todas al unísono. Yo tengo como un talento para encontrar cosas…igual me compro