La mañana siguiente

Amanecimos como cualquier lunes, con un día de sol, con los ojos más hinchados que de costumbre, rumiando la pena y organizando las tareas del día. Con la tristeza de ayer, la misma, un poco más callada. Menos expansiva, digamos. La tristeza es la misma, va a durar, pero hoy es otro día y hay que seguir. Cada quien en lo suyo. Con sus ocupaciones y sus preocupaciones. Mientras tomaba el primer café del día, pensaba en cuántas cosas lloramos ayer y al rato, una amiga querida, me dijo en un mensaje, exactamente lo mismo. ¿Qué lloramos ayer? A Tabaré, por supuesto. El fin de su vida. El no tenerlo más físicamente y con nosotros. Lloramos también la emoción de vernos juntos y con el mismo sentimiento que se expresó en cada cara y cada aplauso y cada grito y cada bandera en la calle. Lloramos de rabia porque ayer vimos que -por un día aunque sea- se recuperó la mística que sentíamos tan lejos y lloramos porque esa mística nos pertenece y la queremos abrazar y tener siempre al lado. Lloramos porque perdimos las elecciones por 30 mil votos. Lloramos porque logramos muchas cosas en 15 años y se van perdiendo día a día. Lloramos porque la pandemia hizo que la última vez que pudimos tener a Tabaré con nosotros fue ese inolvidable 28 de febrero y porque nos perdimos la cercanía de todos estos meses. Quizás también lloramos por caer en la cuenta de cuán separados físicamente estamos (hasta de nuestros afectos más cercanos), la falta de besos, de abrazos, el grito en la calle que cuando es agarrado de la mano de un compañero o compañera, suena distinto. Ayer lloramos muchas cosas, compañeros, compañeras. Pero hoy es otro día y hay que seguir, hay que militar ese Frente Amplio que tanto queremos, hay que salir a pelearla en cada trinchera, hay que no olvidar ni un segundo el legado de Tabaré, hay que saber que estamos juntos con el unico fin de seguir construyendo. Como dice la canción de Fito Páez, "hay que salir al sol!". Tabaré no merece menos. Nosotros, tampoco. Los abrazo, quiero que estemos bien, fuertes y juntos. Y nada...a no rendirse, a no bajar los brazos y hasta la victoria, siempre!